EL PARAÍSO, HONDURAS.- Un hombre entregado a la agricultura y a la cría de ganado partió de este mundo por el covid-19.
Reynaldo Irías, de 77 años, fue una persona muy reconocida en el municipio de Morocelí, El Paraíso, a quien le gustaba bromear con la gente, le decían de cariño “Gato”.
Tenía nueve hijos y 28 nietos a quienes les dejó un gran dolor con su partida por el mortal virus.
“Esa enfermedad se apoderó de él, es muy difícil pero Dios sabe por qué hace las cosas”, reconoció su nieta Lissy Valerio.
Cuando comenzó a sentirse mal de salud y lo llevaron donde una doctora que le dio un tratamiento, no lo soportó porque era muy fuerte.
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Luego lo llevaron a la capital, donde le hicieron la prueba y resultó positivo al virus. Sus familiares nunca supieron cómo se contagió de la enfermedad.
El señor necesitaba ser hospitalizado pero no quiso quedarse ingresado y pidió que lo llevaran de regreso para su pueblo para estar con su familia, trabajar la tierra y cuidar a sus animales.
En los primeros días que regresaron mostró una mejoría en su salud pero luego no podía respirar, tenía un nivel muy bajo de saturación. El 12 de julio lo llevaron de emergencia al Hospital Gabriela Alvarado de Danlí, donde falleció al día siguiente en horas de la tarde.
“Papi Polin”, como le decían sus nietos, fue muy cariñoso y preocupado por el bienestar de su familia. Su nieta Lissy recuerda los viajes que hicieron juntos y agradece a Dios haber compartido con él estos últimos meses ya que las clases de la Universidad son virtuales.
