Tegucigalpa, Honduras
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) propuso a la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) la creación de la Reserva para el Fortalecimiento de la Democracia, que incluye un bono electoral que sustituirá a la deuda política que cada cuatro años se le entrega a los partidos políticos.
La semana pasada, los magistrados del ente colegiado entregaron a la misión la propuesta que desde finales de 2011 mandaron al Congreso Nacional y que por cierto fue engavetada por este poder del Estado.
Igualmente entregaron un reglamento elaborado este año para supervisar el financiamiento de las campañas políticas.
La Maccih sumará esta iniciativa a otras dos que, en materia de financiamiento, fueron introducidas al Congreso para finalmente elaborar una sola que será aprobada antes del 11 de septiembre, con motivo de la convocatoria a elecciones primarias.
La Reserva para el Fortalecimiento de la Democracia se crea con el propósito de “garantizar el libre funcionamiento de los partidos políticos, fortalecer la democracia, lograr la efectiva participación política de los ciudadanos y dar cumplimiento a la obligación constitucional que tiene el Estado de contribuir a financiar los gastos de los partidos políticos”, dice el documento.
Esta reserva, agrega, “estará formada por una partida anual que servirá para invertirse por medio del Tribunal Supremo Electoral” que los canalizará a los partidos como un “bono electoral”, que consistirá en el pago de 35 lempiras por cada voto válido del nivel presidencial.
Actualmente, la deuda política se paga en función de 20 lempiras por cada voto, más ocho lempiras por voto en concepto de transporte.
Financiamiento público
La propuesta del TSE detalla la forma en que el Estado ayudará financieramente a los partidos políticos.
“En cada uno de los dos años inmediatamente posteriores a la realización de las elecciones generales, cada partido político recibirá una cantidad equivalente a un bono electoral multiplicado por la cantidad de votos válidos sufragados a su favor en la última elección general”.
Añade: “En el tercer año, inmediatamente posterior a la realización de las elecciones generales, cada partido político recibirá una cantidad equivalente a uno y medio por ciento (1.5) bonos electorales multiplicados por la cantidad de votos válidos sufragados a su favor en la última elección general”.
“En el año en que se practiquen las elecciones generales, cada partido político recibirá una cantidad equivalente a dos (2) bonos electorales multiplicados por la cantidad de votos válidos sufragados a su favor en la última elección general”.