Tegucigalpa, Honduras
Se pusieron los trajes impermeables, se enfrentaron a las llamas y 24 horas después se habían convertido en verdaderos héroes.
Eso ocurrió con unos 150 miembros del Cuerpo de Bomberos de Honduras que participaron en la extinción de un pavoroso incendio que se registró el miércoles y jueves en horas de la noche en las cercanías de la colonia El Sitio y se extendió a El Chimbo, El Picacho y El Hatillo.
Alrededor de 400 hectáreas de bosque cubiertas por árboles de pino y arbustos fueron arrasadas por las llamas.
El siniestro se volvió a reactivar en horas de la tarde del viernes, por lo que un grupo de 30 apagafuegos se trasladó de nuevo a la zona, donde aún las llamas se convertían en una amenaza para los pobladores de este sector de la capital.
Coraje puro
Larry Abraham Aguilera Montoya, sargento primero del Cuerpo de Bomberos, fue uno de esos hombres valientes que, a pesar de las altas temperaturas y de trabajar 24 horas continuas, sacó el coraje para salvar las vidas y los bienes de los pobladores de El Hatillo.
Los socorristas en todo momento estaban conscientes de que la operación era complicada debido a que habían factores en su contra como el viento, las altas temperaturas y lo complicado del acceso para llegar donde el fuego consumía el bosque a pasos agigantados.
“Apagar las llamas fue complicado debido a la topografía irregular del terreno y por la gran cantidad de material que se había acumulado en el sector”, detalló Aguilera Montoya.
Debido a la acción que desarrollaban los miembros del Cuerpo de Bomberos, el fuego siempre se mantuvo monitoreado para poderlo extinguir, lo que al final se pudo lograr gracias al apoyo de los pobladores y miembros de otras instituciones como la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), alcaldías, Instituto de Conservación Forestal (ICF) al igual que miembros de las Fuerzas Armadas, que puso a disposición dos helicópteros.
Peligro
La gran cantidad de humo se convirtió en el peor enemigo de los valientes hombres.
Diez de ellos resultaron con sus vías respiratorias afectadas, por lo que fue necesario aplicarles oxigenoterapia ya que respiraron gases tóxicos.
Cuando los socorristas se sintieron bien, se incorporaron de nuevo para continuar con las labores de rescate, que en total fueron 70 personas, entre ellas adultos mayores y niños.
A pesar de la magnitud del incendio, que se considera de grandes proporciones, los daños fueron menores.
El informe preliminar del Cuerpo de Bomberos establece que cuatro residencias fueron las más afectadas por las altas temperaturas a causa de las llamas que dañaron las paredes y techos.
Los socorristas llegaron con todo el equipo especial para enfrentarse a la adversidad de las llamas.
Al lugar llegaron 15 unidades contra incendios y recibieron el apoyo de cuatro cisternas de Copeco y otras cuatro de la Alcaldía del Distrito Central, que sirvieron para transportan 55 mil galones de agua con los que sofocaron las llamas.