Honduras: Hay corrupción o torpeza en compra de software de la ENEE

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El hecho de que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) haya comprado un software que no se puede implementar hay que verlo desde el punto de vista de la corrupción y de la falta de estrategia para mejorar las condiciones de la estatal eléctrica, dijo Ismael Zepeda, economista del Foro Social para la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh).

No hay que obviar estos dos aspectos en un país donde es conocido cómo se favorecen a través de las licitaciones y compras a particulares, que sin duda tienen que “dar mordida (dinero bajo la mesa” a quienes hacen las asignaciones, sostuvo.

Compras como la del paquete informático adquirido por la ENEE en el 2014, por un monto de 12,987,316.01 dólares (unos 311 millones de lempiras) y que a la fecha ya tiene un costo de 16.2 millones de dólares (equivalente a unos 390 millones de lempiras), solo evidencian la falta de planificación estratégica o la visión que se tiene para mejorar las condiciones de operatividad de la empresa.

Esta herramienta, cuando ya se conocía que la ENEE se iba a privatizar, posiblemente no era ni necesaria y se adquirió por otras razones que se deben investigar, reflexionó el economista.

“Estas adquisiciones se dan porque a veces a alguien se le ocurre la idea de comprar tal equipo para mejorar los servicios, pero como no hay una verdadera estrategia o planificación de desarrollo de la institución, se compra”.

Vea: Más de 16 millones de lempiras más para tapar compra de software de ENEE

Además, aquí entra en juego la veeduría y fiscalización que las instituciones tienen que hacer internamente y las que deberían ejercer los entes contralores pero que no los hacen. Estas costosas compras deben estar bajo una estricta supervisión para que cumplan con establecido, añadió el asesor del Fosdeh.

Según Zepeda, a los organismos internacionales de crédito que le prestan dinero a Honduras no les importa si el gobierno se lo roba o lo destinan para lo solicitado lo que les interesa a ellos solamente es el pago puntual de las cuotas y se “hacen de la vista gorda” de lo que suceda con los recursos.

Muchas veces los gobiernos obtienen estos empréstitos construyendo y mostrando indicadores de un endeudamiento público manejable y por eso los acreedores les facilitan más fondos sin ningún cuestionamiento.

Por estos tipos de adquisiones poco transparentes, como el sistema informático de la ENEE versión 2.0, es que la velocidad de endeudamiento del país en los últimos ocho años ha alcanzado los niveles más altos de su historia, duplicándola por un lado, mientras que por otro se está deshaciendo de los bienes y servicios públicos.

Es cuestionable que el Estado esté concesionando las empresas estatales, las carreteras, pero por otro lado esté llevando la deuda a niveles nunca vistos, lamentó Zepeda.

Estas cosas ocurren frente a una total indiferencia de una sociedad que está más pendiente de sobrevivir que de los asuntos públicos.

“Imagínese, a una persona que gana entre 8 mil y 10 mil lempiras mensuales muy poco le interesa las cuestión política, la buena administración, porque su prioridad diaria es ver cómo alimentar a su familia”, meditó Zepeda, arguyendo al derroche de dinero que se está realizando actualmente para que la Empresa Energía Honduras pueda implantar temporalmente el millonario y desfasado software que la ENEE compró en el 2013.