Tegucigalpa, Honduras
La iniciativa del presidente Juan Orlando Hernández de reformar la Ley de Tarjetas de Crédito sigue en medio de un fuerte debate.
Ante el anuncio de diputados del Congreso Nacional de haber logrado un acuerdo con los banqueros de bajar en 19% la tasa más alta, el mandatario salió al paso y afirmó que no estaba satisfecho por los cambios y advirtió que la vetará si se aprueba de tal forma.
“No es justo tratar de engañarnos diciendo que la tasa está en 76%, cuando ya ha bajado a 65%”, sostuvo.
Explicó que la estabilidad económica ha permitido la reducción de las tasas desde 2013 a la fecha, por lo que con la reforma puede reducirse a 50% en un año y hasta 45% en el segundo año.
El objetivo es reducir la tasa de interés promedio en 25%, ya que un estudio del Ejecutivo reveló que se sitúa en 65%.
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En tanto, la tasa más alta de tarjetas de crédito, según el Banco Central de Honduras (BCH) es de 69.90%.
Es decir que no supera el 70%, como buscan hacer creer los bancos, dijo Hernández.
“Si interpretan realmente el interés de la gente... los diputados se van a ir por la ruta de mejorar lo que hasta ahora ha salido como consenso”, espetó el mandatario.
De lo contrario, si se aprueba cambiando la propuesta inicial, “yo me reservo el derecho de vetar cualquier decisión de ese tipo”, advirtió el mandatario.
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El sistema financiero hondureño tiene más oportunidades hoy porque la economía está creciendo, dijo Hernández al tiempo de mencionar que la banca “es el rubro que más ha ganado todo este tiempo y no es que les estamos haciendo un daño”.
“Quiero que el pueblo hondureño evalúe lo siguiente: hasta dónde llega la influencia del dinero de los banqueros de Honduras”, cuestionó el Presidente.
No sabían
El anuncio fue oficializado el miércoles anterior por el diputado Walter Romero, luego de finalizada una reunión ese mismo día entre la comisión especial del Legislativo y los miembros de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba).
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De igual forma, el presidente de la comisión, Francisco Rivera, le confirmó a EL HERALDO que “ya está acordado”.
No obstante, ante la reacción de sorpresa y molestia del Presidente, el titular del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, dijo desconocer el acuerdo anunciado, con el cual bajarían de 74% a 55% la tasa de interés en dos años.
Los ejecutivos de la Ahiba no se pronunciaron sobre el tema, pero abiertamente el sector privado del país se ha manifestado en contra de la iniciativa.
Advierten que la fijación de tasas es contraproducente para la economía.
Tasa menor al 54%
La tasa de interés promedio de las tarjetas de crédito no podrá exceder el 54% por parte de los emisores del denominado dinero plástico.
Así lo advirtió ayer Oliva, quien mencionó que se instruyó a Francisco Rivera de las reformas a la Ley de Tarjetas de Crédito para que no se rebase ese porcentaje. “No hay un dictamen definitivo de la comisión; no estamos hablando de negociar una tasa más alta o la tope, sino negociar una tasa promedio”, enfatizó durante una comparecencia de prensa.
Aseguró que ese promedio será de aplicación inmediata una vez que se fije el término y se publique en el diario oficial La Gaceta.
“Comprendemos que hay que hacer ciertos arreglos en el software de las compañías (bancarias) para poderlo aplicar en un plazo de 90 días”, indicó.
Asimismo, desmintió que el promedio máximo en los intereses de las tarjetas de crédito sea de 74%, ya que forzándolo llega a 69%.
Hasta el momento, tan solo se han dado aproximaciones de parte de la comitiva legislativa y los representantes del sector financiero del país, aclaró.
Otros beneficios
Asimismo, la férrea discusión se ha centrado en la reducción de tasas de interés, no así con las otras reformas orientadas a eliminar los cobros.
Entre estos, eliminar los cargos o penalidades por cancelación del contrato, administración de créditos, sobregiros, cobro por no uso, por emisión, gestión de cobranza; renovación o vencimiento del plástico o cualquier cargo adicional.
El único cobro será la membresía, la cual puede ir desde 75 hasta 950 lempiras al año.
Además, se pondría fin al acoso u hostigamiento mediante las llamadas telefónicas al usuario.
Por otra parte, plantea limitar el número de tarjetas otorgadas a un solo usuario, obligando al banco a estudiar primero la capacidad de pago del cliente para evitar el sobreendeudamiento.
Actualmente, miles de usuarios mantienen deudas impagables por pagar intereses sobre intereses, aseveró el titular del Ejecutivo.
Además, se incluye fijación de tasas para las casas comerciales que otorgan financiamientos en artículos para el hogar a tasas de interés consideradas leoninas.
Si bien, muchos sectores reconocen que bajar las tasas será de beneficio para los usuarios, otro sector opina que se debe manejar con prudencia y de forma gradual.
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Los economistas y expertos en el tema consideran que los más afectados serán los tarjetahabientes.
La experiencia en otros países ha sido que las ventas en los comercios se desplomaron y muchas personas comenzaron a quedarse sin la facilidad de obtener una tarjeta de crédito, como en el caso de Guatemala, donde se tuvo que revertir una medida similar, ejemplificó Arturo Alvarado, exsecretario de Finanzas.
También se cancelan los beneficios extras que dan las tarjetas, como ser puntos canjeables por millas, compras y extrafinanciamientos.
“Lo que debemos promover es que haya una competencia real en el mercado y evitar los arreglos entre emisores”, recomendó Alvarado.
