CATACAMAS, HONDURAS.- En medio del grito de “¡Impostor!”, proveniente de unos 400 estudiantes, Wilmer Misael Reyes tomó el viernes la promesa de ley como nuevo rector de la Universidad Nacional de Agricultura (Unag), donde se presagia una nueva crisis de gobernabilidad.
La juramentación la realizó la Comisión Interventora, que en su segundo mandato estuvo comandada por el general de división retirado Andrés Felipe Díaz.
Este grupo de trabajo fue nombrado en enero de 2017 luego de una serie de revueltas de estudiantes y atropellos a sus integridades físicas se registraran a finales del año 2016, cuando esa casa de estudios superiores era rectorada por Marlon Escoto, quien se había reelecto por segunda vez, y cuyo mandato fue declarado ilegal por los tribunales de justicia.
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La intervención -que ya lleva tres años y que finaliza este próximo domingo 23 de febrero- tenía como objetivo solucionar la problemática de ingobernabilidad que tenía ese centro educativo, rescatar la parte financiera, normalizar las funciones y mejorar los estándares de calidad.
Sin embargo, una cuestionada selección de Reyes como rector, así como el nombramiento de los demás miembros del gobierno universitario, empañan la labor de la Comisión Interventora que a su retiro dejaría a la Universidad Nacional de Agricultura en una crisis similar a la que encontró al llegar.
Hasta este viernes este grupo de trabajo no había resuelto un recurso administrativo de impugnación contra Reyes, que fue interpuesto por el candidato Juan Miguel Pérez.
Gritándole “¡Impostor!”, un nutrido grupo de estudiantes no dejó que Reyes diera su discurso al momento de tomar posesión. Posteriormente, los universitarios procedieron a tomarse los portones del centro educativo.
