Tegucigalpa, Honduras
“Teniéndola a mi lado mi vida es perfecta”, así presumía en su perfil de Facebook hace ocho días Júnior Ixael Osorto Banegas, de 18 años de edad, el inmenso amor que sentía por la mujer que lo trajo al mundo. Ahora ellos ya no podrán verse ni abrazarse más porque el crimen los separó.
Este joven, que estudió en el Instituto Saúl Zelaya Jiménez, es una de las cuatro víctimas mortales que dejó un ataque armado en la colonia Arturo Quezada, de Comayagüela.
El hecho ocurrió el pasado domingo a eso de las 8:00 de la noche cuando hombres fuertemente armados dispararon a mansalva contra un grupo de jóvenes. El sangriento hecho provocó la muerte de tres hombres y una mujer.
Las autoridades identificaron a las otras tres víctimas como Marlon Eduardo Alvarado García (21), Samuel David Ponce Calona (27) y Nury Pradi Andrade Raudales (36), originaria de Cedros, Francisco Morazán.
Júnior Ixael era un joven popular, alegre y muy querido, él egresó el año pasado del Instituto Politécnico Saúl Zelaya Jiménez, de la colonia La Rosa, donde cursó la carrera de Bachillerato en Computación.
Se matriculó en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en la carrera de Informática y, según un familiar, estaba entusiasmado porque este lunes asistiría a su primer día de clases. En las listas de asistencia quedó pendiente.
“Él no se metía a problemas con nadie, ninguno de los muchachos que mataron se metía con nadie”, expresó un familiar de Osorto Banegas en la morgue capitalina.
Relató que el infortunado salió de su casa porque su madre lo mandó a la pulpería a comprar un refresco, pero se encontró con sus amigos y se detuvo un rato a platicar con ellos sin imaginarse que sucedería esa tragedia.
Vea aquí las fotos de Júnior Ixael y su alegre personalidad
De Marlon Eduardo Alvarado García, un hermano relató que a él nunca le gustó el estudio y que se dedicaba a la venta de frutas con su madre frente a la escuela pública de la misma colonia (Ver fotos aquí).
En tanto, Samuel David era un comerciante y padre de dos niños, según lo confirmado por un familiar. Otra versión que circuló es que trabajaba de cobrador de buses. Hoy, sus pequeños no tienen a su padre y lloran su partida (Ver fotos aquí).
Un hermano de Ponce Calona logró sobrevivir porque se hizo el muerto y fue trasladado herido al Hospital Escuela Universitario (HEU).
“Me mataron hermana”
Nury Pradi era una ama de casa, madre de cuatro hijos que, lamentablemente, transitaba por el lugar equivocado a la hora equivocada.
Una doliente relató que ella salió de su casa a comprar comida para su niña de tres años, la única que vivía con ella, a un negocio cercano.
Según el relato de su padre, en el momento en que ocurrió la balacera ella hablaba por teléfono con una hermana y cuando los criminales la vieron con su celular en la mano abrieron fuego contra ella.
Sus últimas palabras, según el relato de su padre, fueron “me mataron, hermana” y cayó en la cuneta. La hermana de la víctima salió de su casa corriendo y fue alcanzada por una bala, por lo que resultó con un balazo en una pierna, pero está fuera de peligro.
Investigación policial
Tras ocurrir el múltiple crimen, equipos de la Policía Nacional y de la Policía Militar iniciaron un fuerte operativo con el fin de capturar a los asesinos.
En un vehículo abandonado en cercanías de la colonia Lomas de Toncontín encontraron dos fusiles, una pistola y una mini Uzi calibre 9 milímetros, así como dos chalecos antibalas, entre otros.
En otro sector, los policías encontraron otras dos armas abandonadas, mismas que son analizadas en los laboratorios balísticos.
La Policía investiga si el múltiple crimen está relacionado con conflictos de barras.