Honduras

Inédito Congreso Nacional inicia legislatura

El partido Nacional dirigirá el órgano legislativo sin tener el control de las votaciones. Esta vez no habrá leyes sin consenso, aunque no se descarta un hemiciclo inerte.

07.04.2014

En un acto protocolario, el Congreso Nacional para el período 2014-2018 se instalará hoy bajo la presidencia del diputado nacionalista por Choluteca, Mauricio Oliva Herrera.

La Constitución de la República manda que los diputados abrirán el período ordinario de sesiones de cada año el 25 de enero y clausurarán el 31 de octubre del mismo año.

Por coincidir con el cambio de gobierno, hoy también se inaugura la novena legislatura a partir del retorno de los gobiernos democráticos, una legislatura compuesta por cuatro períodos ordinarios, según ha explicado el diputado y maestro constitucionalista Oswaldo ramos Soto.

Erróneamente se ha venido manifestando que cada Congreso consta de cuatro legislaturas, pero Ramos Soto explicó ampliamente que la Legislatura es una sola y comprende los cuatro años de gobierno constitucional.

El Congreso ha realizado esta semana dos sesiones preparatorias que han estado contaminadas de escándalos protagonizados por diputados del partido radical de izquierda, Libertad y Refundación (Libre), pero el zafarrancho no ha pasado a males mayores.

Acto protocolario

Esta primera sesión de la Novena Legislatura es un acto protocolario en que los presidentes de los tres poderes del Estado rinden un informe a la nación de sus ejecutorias en el año anterior.

Así quedó establecido el jueves cuando el presidente del Congreso anunció la orden del día y convocó a sesiones para este sábado 25 de enero, dos días antes de la toma de la juramentación del nuevo mandatario y fecha en la que también se conmemora el Día de la Mujer Hondureña.

Se espera la asistencia del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera Avilés, y del presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, o la persona que él designe para rendir el informa a la Nación. Por último, el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, dará el discurso inaugural.

Como toda sesión solemne de instalación, se estila que comprobado el quórum el presidente da inicio a la reunión nombrando una comisión del pleno para que invite a pasar al salón de sesiones al presidente de la República y su consejo de Secretarios de Estado.

Usualmente esta comitiva se encuentra en el salón azul de la antigua Casa Presidencial.

Igualmente, es nombrada otra comisión para acompañar al presidente de la Corte Suprema de Justicia y los magistrados que la componen para que pasen al salón de sesiones a presenciar el acto de instalación.

Seguidamente, una escolta de la Escuela Militar Francisco Morazán ingresa el Pabellón Nacional y a continuación se entonan las notas del Himno Nacional de Honduras.

Una vez concluidos los actos protocolarios, el presidente suspende la sesión y convoca para continuarla el 27 de enero a las 7:00 de la mañana, y una vez comprobado el quórum se traslada al Estadio Nacional para juramentar al presidente de la República y sus designados presidenciales.

Esta responsabilidad corresponde al presidente Mauricio Oliva y al secretario Mario Alonso Pérez.

Un Congreso inerte

Analistas del acontecer nacional, como el excandidato presidencial de la Democracia Cristiana (2005), Juan Ramón Martínez, piensan que debido a la correlación de fuerzas, donde el partido de gobierno no tiene la mayoría, el Congreso Nacional pasará a una situación de inercia.

Martínez considera que el régimen parlamentario al que hemos estado acostumbrados expiró con el Congreso anterior, donde el partido de gobierno con su mayoría mecánica aprobó una gran cantidad de leyes, no dejando espacios para legislar a este nuevo Congreso.

Según datos de la Secretaría Adjunta, el Congreso que finalizó su legislatura el 20 de enero aprobó un total de 230 decretos en solo dos semanas, algo inédito en la historia legislativa. Esto debido a que el Partido Nacional no tendrá el control de las votaciones en este Congreso y para aprobar leyes tendrá que consensuarlas con todas las fuerzas representadas en el Legislativo.

Segundo plano

El analista Martínez sostiene que ante esta circunstancia, el Poder Ejecutivo tomará las responsabilidades constitucionales y colocará al Congreso Nacional en un lugar secundario y casi subordinado.

“No estamos al borde del precipicio ni mucho menos, lo que está ocurriendo es que vamos a tener una relación más dinámica en el interior de la sociedad y que la junta directiva del Congreso es fruto de un acuerdo singular entre nacionalistas y liberales”, adujo el analista.
Indicó que en el curso de los últimos dos gobiernos el Congreso Nacional ha tenido una singular influencia y presencia en la dirección de los asuntos públicos, casi quitando el espacio y sustituyendo en algunos casos al Poder Ejecutivo.

“Hemos avanzado sin darnos cuenta hasta ahora hacia un régimen parlamentario en que el Congreso participa mucho en el Poder Ejecutivo, esa situación se está terminando y ahora de nuevo vamos a tener un Poder Ejecutivo que retoma todas las responsabilidades constitucionales y coloca al Congreso Nacional en un lugar secundario y casi subordinado”, reiteró.

Cada 15 días

Martínez recordó que hace algunos años el presidente del Congreso Nacional ni siquiera en algunas circunstancias residía en Tegucigalpa y solo venía a sesiones durante 15 días y se iba, porque la única función que tenía el Congreso era la de reunirse en sesiones para aprobar o improbar las leyes que eran enviadas por el Ejecutivo.

“Ahora vamos a volver al pasado, el poder que ha tenido el Congreso Nacional se va a reducir sensiblemente y es una respuesta a la acción que están amenazando con ejecutar los partidos Libre (Libertad y Refundación) y Pac (Partido Anticorrupción), quienes han creado un bloque para obstaculizar el funcionamiento del Congreso; eso lo va ir debilitando porque el Poder Ejecutivo se fortalece para que el Congreso Nacional no le haga daño al funcionamiento de sus tareas”, señaló.

Sostuvo que no hay necesidad de alianzas permanentes, pero van a haber dos tipos de alianzas puntuales en cada caso: los partidos democráticos por un lado, representados por el Partido Liberal, Nacional, Democracia Cristiana y Unificación Democrática, y por el otro lado los partidos que están asumiendo posiciones no democráticas, como Libre, Pac y el Pinu, que se ha plegado a una alianza que está centrada en obstaculizar el funcionamiento del Congreso Nacional.

“Estas alianzas van a ser puntuales, en cada caso, circunstancia, proyecto van a negociar y establecer acuerdos de tal manera que el Congreso Nacional va a funcionar dentro de los escándalos que pueden provocar Libre, el Pac y el Pinu”, indicó.