Tegucigalpa, Honduras
Jorge Arturo Reina, veterano dirigente del Partido Liberal, exhortó a los dirigentes de los diferentes niveles electivos de su partido hacer una reflexión crítica y emprender una lucha por recuperar las banderas históricas que en el pasado lo diferenciaron de los demás institutos políticos.
“El Partido Liberal empezó a lucir como un partido conservador, no como un partido avanzado, cuando (en el pasado) el partido era acusado hasta de comunista”, afirmó el hermano del extinto presidente Carlos Roberto Reina.
Su partido, según Jorge Arturo, “abandonó sus banderas democráticas y progresistas. Propuso reforma agraria, propuso la subordinación de las Fuerzas Armadas y muchas cosas. Todo eso lo hizo grande, pero de repente empezó a abandonar sus banderas históricas y ese abandono lo fue debilitando hasta ocurrir el hecho insólito de ser el primer partido político de América Central a pasar al tercer lugar en Honduras”.
¿Qué deben hacer sus dirigentes para recuperar esas banderas históricas?, se le preguntó, a lo cual respondió: “Si no se examina, si no tiene el partido capacidad de analizar su propia historia y de hacer un enjuiciamiento autocrítico, a remozar sus planteamientos, va a seguir en un mal lugar como ha quedado ahora, pero yo sigo siendo liberal y creo que el partido puede volver a ser una fuerza fundamental en la vida del país”.
Jorge Arturo Reina, veterano dirigente del Partido Liberal, exhortó a los dirigentes de los diferentes niveles electivos de su partido hacer una reflexión crítica y emprender una lucha por recuperar las banderas históricas que en el pasado lo diferenciaron de los demás institutos políticos.
“El Partido Liberal empezó a lucir como un partido conservador, no como un partido avanzado, cuando (en el pasado) el partido era acusado hasta de comunista”, afirmó el hermano del extinto presidente Carlos Roberto Reina.
Su partido, según Jorge Arturo, “abandonó sus banderas democráticas y progresistas. Propuso reforma agraria, propuso la subordinación de las Fuerzas Armadas y muchas cosas. Todo eso lo hizo grande, pero de repente empezó a abandonar sus banderas históricas y ese abandono lo fue debilitando hasta ocurrir el hecho insólito de ser el primer partido político de América Central a pasar al tercer lugar en Honduras”.
¿Qué deben hacer sus dirigentes para recuperar esas banderas históricas?, se le preguntó, a lo cual respondió: “Si no se examina, si no tiene el partido capacidad de analizar su propia historia y de hacer un enjuiciamiento autocrítico, a remozar sus planteamientos, va a seguir en un mal lugar como ha quedado ahora, pero yo sigo siendo liberal y creo que el partido puede volver a ser una fuerza fundamental en la vida del país”.
“El partido (en el futuro) debe ser parte de la alianza de oposición con sus propios planteamientos, sin perder su identidad”, dijo.
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