TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El día previo a la extradición de Juan Orlando Hernández fue distinto. El exmandatario hizo un pedido muy especial a quienes lo tutelaban: que lo dejaran estar más tiempo con su familia, ya que podría ser la última vez que compartirían en Honduras.
Durante los 65 días que ‘JOH’ permaneció preso en el comando Los Cobras se le permitió un espacio de visitas de dos a tres horas y una hora para salir a ejercitarse afuera del módulo; casi siempre o disfrutaba corriendo.
El miércoles 20 de abril las autoridades le permitieron algo distinto con la venia del ministro de Seguridad, el general Ramón Sabillón Pineda, y de Gustavo Sánchez, quien funge como el director de la Policía Nacional.
“Él tenía siempre una hora de luz y ejercicios, ayer fue un día más especial, si así se puede decir, porque se le dio más espacio para que estuviera con su familia”, comentó Sánchez.
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Solamente los familiares cercanos de Hernández tuvieron la oportunidad de decirle ‘adiós’ y en total fueron ocho horas las que permanecieron juntos. EL HERALDO conoció que durante ese tiempo hubo oraciones por más de 20 minutos.
“Se despidió de su madre, esposa e hijos y se encontraba muy tranquilo. Había que flexibilizar un poco el régimen en el cual estaba sujeto. Se le dio bastante tiempo porque generalmente se le daban dos o tres horas y ayer -el miércoles- recibió visitas por unas ocho horas”, pormenorizó Sánchez.
“Su esposa, sus hermanos e hijos además de la madre lo despidieron. Anoche estuvimos platicando con él para ver cómo estaba su situación anímica y se encontraba muy bien hasta la salida”, añadió el director de la Policía.
Para cerrar, Sánchez comentó que el expresidente “no tenía acceso a ningún aparato electrónico, solo se le permitían los libros entre los cuales tenía una Biblia”.
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