La situación de la libertad de información sigue degradándose en Honduras, señaló en las últimas horas el organismo internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF).
RSF ubica a Honduras en el puesto 132 de 180 países en el Informe de Libertad de Prensa Mundial, tres escalones más abajo que en 2014.
'El país se encuentra entre los más peligrosos del continente para los periodistas. Los actores de la información hondureños siguen trabajando en un clima muy hostil. Los periodistas y los medios de comunicación son víctimas de amenazas, hostigamiento judicial, agresiones y asesinatos', indica el documento.
Además, remarca datos del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (Conadeh), según los cuales 'de los 51 asesinatos de periodistas que la organización ha registrado desde 2003 en el país, 96% sigue impune'.
'Quienes investigan temas sobre la inseguridad, las violaciones a los derechos humanos, la corrupción, el crimen organizado y su infiltración en las instituciones públicas corren el riesgo de sufrir represalias', apunta.
El organismo insiste en que 'la impunidad es aún más preocupante dada la hostilidad de las autoridades –incluidas las de más alto nivel– frente a los medios de comunicación. Lejos de garantizar la seguridad física de los periodistas, éstas intentan minimizar la gravedad de la situación, sobre todo negando que los crímenes estén relacionados con la profesión de las víctimas.
'Reporteros sin Fronteras denuncia la actitud inaceptable de las autoridades frente a los periodistas en el país', declaró Claire San Filippo, responsable del Despacho Américas de Reporteros Sin Fronteras.
Y añadió que 'éstas no sólo permanecen pasivas ante la violencia no resolviendo casi ninguno de los crímenes cometidos contra el gremio, sino que amenazan el trabajo de los periodistas en cotidiano. Los periodistas críticos del gobierno deben hacer frente a las limitaciones en el acceso a la información pública, a procesos legales indebidos y a amenazas de los representantes del Estado'.
'Ante la falta de protección y de justicia, ¿un periodista hondureño debe vivir con miedo, entre violencia y represión, o debe censurarse?', finalizó.
A finales de 2014, la organización Campaña Emblema de Prensa (PEC por sus siglas en inglés) colocó a Honduras como el octavo país del mundo más mortífero para periodistas.
Cifras oficiales establecen que al menos 47 periodistas hondureños han sido asesinados en los últimos 12 años.
El caso más reciente fue el de Carlos Fernández, conductor del programa noticioso Ciudad Desnuda, en el canal 27, quien fue acribillado desde un vehículo en marcha cuando transitaba por la zona de Coxen Hole, Roatán.