Contradiciendo a Calle 13 con su frase “las matemáticas no tienen alma”, el joven Melvin Cruz (21), estudiante de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), demuestra que los números pueden estar al servicio de la sociedad con su proyecto de impresión de prótesis en 3D.
El mundo está cambiando y los avances en tecnología son la prueba más clara de ello, la globalización nos tiene atados a pensar que uno solo se debe estudiar, conseguir trabajo estable y olvidarnos del que está en una posición menos privilegiada.
Así que aún en una actualidad egoísta y fría, hay gente capaz de buscar el desarrollo tecnológico y llevarlo de la mano de la conciencia social.
Cruz viajó junto a otros compañeros con la ayuda de las beca UGRAD a la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, donde adquirió sus conocimientos en impresoras 3D.
Por lo general vemos a las personas que las usan para imprimir carritos o hacer figuras, pero Cruz tuvo la iniciativa de imprimir prótesis.
“Yo creo que para mí era la primera fuente de inspiración, para ver lo que podíamos realizar aquí en el país y traerla de vuelta y empezar a trabajar”, expresó el joven residente en San Pedro Sula, al norte del país.
Trabajo de prótesis
Para hacer una prótesis se ocupa una o dos semanas. Esta pieza trabaja con un movimiento bien básico pero funcional y no hay cirugía, todo es con el movimiento que la persona ya tiene.
“Cualquier avance que se tenga en Estados Unidos también se puede tener acá el día siguiente en Honduras, entonces creo que es bonito el hecho que recojamos tecnología que ya existe”, manifestó Cruz.
Guala
Con la idea de imprimir prótesis 3D y sin fines de lucro nace la fundación Guala, palabra de etimología lenca que significa mano.
“Guala como tal es totalmente interinstitucional e interdisciplinario, hay ingenieros eléctricos, biomédicos y hay estudiantes de lengua extranjeras”, explicó el estudiante.
“Me he rodeado de gente brillante con un corazón más grande”, dijo Cruz acerca de su equipo de Guala.
El primer beneficiado fue su compañero de carrera y también de fundación, Marco Mejía, quien ahora se apoya con una prótesis para realizar su movimiento.
“Es uno de los aspectos más importantes ya que él nos apoya con todas las partes de cómo mejorar, cómo seguimos adelante y está en la parte de diseño e impresión también“, aseguró el integrante de Guala.
Hicieron campaña en internet acerca de su proyecto. Ahora, gracias a patrocinadores y organizaciones que lo apoyaron, Guala cuenta con dos impresoras y están en el proceso de realizar seis.
“Estamos desarrollando seis máquinas más con materiales totalmente hondureños, con ingenieros de aquí y con gente que esté dispuesta a trabajar”, sumó Cruz.
Melvin Cruz explicó a EL HERALDO que las impresiones de prótesis 3D tienen tres partes:
Diseño: lleva la parte personalizada. Si un niño quiere, se puede hacer con un estilo de Iron Man, mientras que para una niña se puede elaborar de la princesa Sofía, con los colores que a ellos les guste.
Versatilidad de diseño: sin necesidad de tanto protocolo y en un proceso rápido, se puede acoplar un cambio o una modificación a la pieza.
Costo: El precio del aparato es de unos 350 dólares, cantidad que no se compara al de una prótesis tradicional que ronda en más de 10,000 dólares y Guala se encarga de buscar patrocinadores
No tienen clientes“De verdad que no tenemos ni clientes ni pacientes, sino que tenemos familia, nuestra familia Guala”, aclaró el visionario joven.
Ya una vez que brindan la prótesis, la fundación sigue en contacto con el beneficiado para tener claro que la prótesis le ha funcionado.
Cruz sumó a los objetivos de la fundación: “no es que solo buscamos que se vea bonitos en los periódicos, nosotros no tomamos eso y nos aprovechamos, nosotros realmente vemos cómo podemos ayudar”.
Ningún egoísmo
Los motivos tampoco son egoístas ya que dan la libertad a que cualquier otra persona que tengan impresora 3D pueda realizar los aparatos.
“Guala no quiere venir a hacer las 10 mil prótesis que ocupa el país sino trabajar con aquellas personas que tienen bajos recursos y darles a aquellos que lo necesitan”, por esta razón el trabajo realizado lo llaman tecnología social, valoró Cruz.
Cualquier ayuda que se deseé brindar es aceptada y lo pueden hacer contactándose con ellos a través de su página de Facebook Gualahn.