Un helicóptero en el que se habría trasportado droga decomisado en La Mosquitia en 2010 por el Ministerio Público (MP) fue devuelto a la empresa dueña de la aeronave para que lo utilizara y ahora se niega a devolverlo.
La Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) advirtió en diciembre de 2012 a la compañía Aerocentro de Guatemala, dueña original del inmueble, que si no demostraba que el aparato estaba siendo utilizado por ellos solicitaría a la Policía Internacional (Interpol) que lo decomisara.
Humberto Palacios Moya, director de la OABI, se comunicó por correo electrónico en diciembre del año pasado con el representante de Aerocentro, el señor Luis Gustavo Hernández, para que explicara en qué condiciones se encontraba la aeronave, pues este había reportado que se encontraba en mal estado.
La respuesta de Hernández, por medio de e-mail, fue que el helicóptero tenía cerca de seis meses de estar fuera de funcionamiento porque no se había podido adquirir unos repuestos necesarios para repararlo.
Hernández también mandó a la cuenta de correo de Palacios Moya una supuesta fotografía del helicóptero con características diferentes a la aeronave que se confiscó.
El aparato originalmente era de color negro, con franjas azules, rayas y moradas, pero en la fotografía que remite Hernández aparece un helicóptero con una especie de cobertura blanca y con las siglas de la matrícula aparentemente superpuestas en la cola.
Esto llamó la atención al director de la OABI y comenzó a generarle sospechas sobre el paradero del helicóptero.
Aerocentro niega ser dueño
El director de la OABI mandó posteriormente un correo electrónico al jefe de mantenimiento de Aerocentro, Napoleón Vargas, para consultarle por qué la demora en la reparación del helicóptero, pues no comprendía que una empresa líder en el ramo no pudiera conseguir las piezas para la reparación.
Vargas contestó el correo electrónico a Palacios y le aseguró que el helicóptero ya no era propiedad de Aerocentro, lo que generó preocupación en el funcionario hondureño y por esa razón comenzó a hacer diligencias para recuperar el aparato.
El contrato de depósito terminó el 31 de diciembre de 2012, por lo que Aerocentro debió de entregarlo en esa fecha, pero no lo hizo.
Hasta la semana pasada el director de la OABI no tenía ningún reporte de devolución, según confirmó Palacios Moya a EL HERALDO.
Este rotativo conoció que Aerocentro fue clausurada por el gobierno guatemalteco de Otto Pérez por algunas irregularidades que presentó la compañía.
Origen de la entrega
El exdirector de la Oficina de Bienes Incautados (OABI) del MP, Omar Zúniga, firmó el 15 de noviembre de 2010 un acuerdo para ceder la nave a la empresa Aerocentro, dueña del inmueble.
Por Aerocentro firmó el señor Luis Gustavo Hernández, representante de esa compañía guatemalteca.
Omar Zúniga suscribió la cesión de la aeronave amparado en los artículo 11, 13 y 17 de la Ley en contra del Lavado de Activos, según consta en la resolución 002-211 de la OABI.
La confiscación de la nave, marca Bell 20611, modelo 250028, se produjo el 10 de octubre de 2010 luego de que el piloto José Aguilar aterrizara en Palacios, Gracias a Dios, y se detectaran indicios de droga en su interior, según resultados de prueba de escáner de iones que se le practicó.
El aviador hizo un plan de vuelo para trasladarse entre dos ciudades de la zona norte para llevar tres pasajeros, pero, sin previo aviso, se desvió a Palacios, en Gracias a Dios.
Cuando las autoridades del Ministerio Público y de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN) detuvieron al piloto y decomisaron la aeronave ya no se encontraban los pasajeros, por lo que se supone que estos salieron por algún punto hacia Nicaragua.
Autorización
Se le preguntó al exdirector de la OABI, Omar Zúniga, por qué se le entregó en depósito el helicóptero a la empresa que se supone es investigada por el hecho de encontrarse rastros de droga en la nave y aseguró que se hizo “con la venia de todas las fiscalías” que indagaban el caso.
También explicó que debido a que la OABI no cuenta con un departamento que le dé mantenimiento a aeronaves se tuvo que ceder a Aerocentro porque ellos son los que tienen experiencia en el ramo y conocen más que nadie en qué condiciones está el aparato.
Zúniga indicó que cuando a él le tocó dirigir la OABI hizo varias inspecciones para verificar que el helicóptero estuviera en buenas condiciones.
“En varias ocasiones fuimos a corroborar la existencia de la nave cada vez que iba a hacer la existencia del depósito”, remarcó.
El contrato de depósito solo confería a Aerocentro permiso para operar el helicóptero dentro de Guatemala y solo en una oportunidad se le autorizó hacer un vuelo fuera de ese país.
Pese a que el decomiso de la aeronave se realizó en 2010, el Ministerio Público no ha judicializado el caso, es decir, no ha presentado requerimiento fiscal o diligencias ante la justicia para confiscar en definitiva el aparato.