Tegucigalpa, Honduras
“Yo les pido una disculpa a ellos (familiares de las víctimas de la masacre) porque a mí me equivocaron; yo les digo que, por favor, no tomen represalias contra mí porque yo no tengo nada que ver en eso”, dijo Arnold Hernández después de ser liberado tras no encontrarse evidencias de que haya participado en la masacre en la colonia 1 de Diciembre.
“Estamos con ellos, que el dolor que sienten ellos lo sentimos los demás porque somos seres humanos”, agregó, sentado en un sillón en su casa.
Este joven jamás pensó que la tecnología lo salvaría de ir a la cárcel injustamente, pues el registro de tres llamadas telefónicas, el informe del GPS instalado en el taxi y el video captado por la cámara de seguridad de un centro comercial comprobaron su inocencia.
Así fueron los hechos
Recordó que el lunes a las 6:15 AM salió de su casa, donde vive junto a su familia, para ir a dejar a una de sus clientes.
Cuando transitaba por el sector de Camosa, por el aeropuerto Toncontín, observó que en el carril contrario desde una patrulla de la Policía Nacional le hicieron señal de parada, por lo que se estacionó a la orilla de la calle.
“Se pasa un policía corriendo, pero urgido, se detiene y me dice bajate del vehículo, me bajo del vehículo; vengo yo y le dije que cuál era el problema, que yo necesitaba saber cuál era el problema”.
“No tenés ningún problema”, indicó el joven que le explicaron los agentes, que luego lo llevaron a una posta en la colonia Kennedy.
Recordó que a los pocos minutos de llegar a la estación policial se presentaron “tres agentes de la DPI y me comenzaron a tomar fotos con un cartón que decía ‘investigación’”.
“Ya estando en la DPI”, agregó “me dijeron: ‘mirá, vos estas acusado, tenés una denuncia de que sos el autor intelectual de la masacre en la 1 de Diciembre’”.
De inmediato dice que les contestó que él no tenía nada que ver, por lo que le pidieron pruebas, así que les mostró su teléfono celular, donde estaban tres llamadas de un cliente; les recomendó pedir el informe del GPS del carro y revisar los videos del centro comercial donde fue a dejar al cliente cuando se cometía la matanza.
“Uno de los agentes se me acercó y me dijo: ‘soltá la sopa, adónde está el Honda Civic’”, y “yo le dije que no sabía porque no tenía nada que ver con ese masacre”, afirmó. Dijo que el dueño del vehículo llevó el informe del GPS que reveló que nunca estuvo cerca de la zona de la matanza.
Pero la prueba más contundente fue el video en un centro comercial donde se observa que a la hora de la masacre él estaba sellando el boleto de parqueo.
El joven está desempleado ya que, por razones de seguridad, dice que no volvería al rubro de los taxis.