Tegucigalpa, Honduras
En dos años, a la Universidad Nacional de Agricultura (UNA) se le murieron 218 cabezas de ganado que estaban bajo su responsabilidad.
Por lo menos eso dicen los certificados de defunción firmados por el encargado de sección Marcelino Espinal, por el médico veterinario Osman García, por el coordinador del programa Escuelas de Campo Kenny Nájera y por German Fuentes Girón, de la oficina de bienes duraderos de la UNA. En algunos casos firmadas por un productor de las Escuelas de Campo.
Al revisar las causas de muerte llama la atención la gran cantidad de enfermedades que atacan al ganado incautado bajo la responsabilidad de la universidad, males que no se reportan en otras haciendas del sector.
Entre las afecciones destacan la anemia, la pierna negra, las infecciones respiratorias, el timpanismo espumoso, la miositis, diarrea, disentería, trastornos metabólicos, septicemia y enfermedad clostridial.
Asimismo, se registra que algunas reses murieron por golpes en la jaula al momento del traslado, por mordedura de serpiente, por tragarse cintas de riego por goteo, por impactación intestinal, por dolor, muerte súbita, trauma por patada de un caballo, fractura a nivel de vértebras lumbares al momento de la monta del macho, asfixia al momento de salir de la cuna, fractura de radio y cúbito, electrocutadas, postración por trauma y cansancio por pelea, por longevidad, por asfixia al caer en un agujero, por pérdida de apetito, fractura a nivel de vértebras cervicales, muerte por parto y por pérdida de energía a causa de hipotermia.
Entre los certificados de defunción hay unos que están incompletos, no establecen las causas de muerte.
En dos años, a la Universidad Nacional de Agricultura (UNA) se le murieron 218 cabezas de ganado que estaban bajo su responsabilidad.
Por lo menos eso dicen los certificados de defunción firmados por el encargado de sección Marcelino Espinal, por el médico veterinario Osman García, por el coordinador del programa Escuelas de Campo Kenny Nájera y por German Fuentes Girón, de la oficina de bienes duraderos de la UNA. En algunos casos firmadas por un productor de las Escuelas de Campo.
Al revisar las causas de muerte llama la atención la gran cantidad de enfermedades que atacan al ganado incautado bajo la responsabilidad de la universidad, males que no se reportan en otras haciendas del sector.
Entre las afecciones destacan la anemia, la pierna negra, las infecciones respiratorias, el timpanismo espumoso, la miositis, diarrea, disentería, trastornos metabólicos, septicemia y enfermedad clostridial.
Asimismo, se registra que algunas reses murieron por golpes en la jaula al momento del traslado, por mordedura de serpiente, por tragarse cintas de riego por goteo, por impactación intestinal, por dolor, muerte súbita, trauma por patada de un caballo, fractura a nivel de vértebras lumbares al momento de la monta del macho, asfixia al momento de salir de la cuna, fractura de radio y cúbito, electrocutadas, postración por trauma y cansancio por pelea, por longevidad, por asfixia al caer en un agujero, por pérdida de apetito, fractura a nivel de vértebras cervicales, muerte por parto y por pérdida de energía a causa de hipotermia.
Entre los certificados de defunción hay unos que están incompletos, no establecen las causas de muerte.
La finca más golpeada por los males vacunos es la de Palos Blancos, que registra 53 animales muertos, le sigue la finca Zamora con 43, El Coco con 29, Rancho Lorenzo con 10 y Las Piedras con un caso.
En el traslado de un decomiso de ganado en Germania se murieron 62 animales, en un lote procedente de Choluteca 17 y en otro lote de Corinto 1, según los registros.