TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La potencial construcción de un centro carcelario en Islas del Cisne, no sólo representaría retos complejos en materia de su operatividad, sino, que estaría bajo la amenaza constante de los embates de la naturaleza.
Debido a su ubicación en alta mar, esta pequeña isla hondureña es azotada por huracanes y tormentas tropicales, además, de estar situada en una zona geológicamente activa en cuanto a sismos.
El ingeniero ambientalista Carlos Zelaya, reveló que “se tiene comprobado que en Isla del Cisne es embestida en promedio cada nueve años por un huracán tipo tres o mayor, y realmente no conviene construirla allí”.
Zelaya fustigó que “son 2,000 privados de libertad que van a estar allí, más todo el personal que tiene que cuidarlos, tienen que crear una colonia a parte donde viva esa gente; eso no tiene sentido construir una cárcel allí, por que va ha ser una invasión total”.
Actividad sísmica
Por su parte el geólogo Aníbal Godoy explicó que otra de las adversidades sería que “desde el punto de vista geológico esa isla se sitúa en el límite de la placa tectónica de Norteamérica y del Caribe; eso significa que es una zona altamente sísmica”.
Según este experto, en Islas del Cisne podrían experimentarse movimientos telúricos arriba de ocho grados en la escala de Richter, “por lo tanto tendría que ser una construcción antisísmica y son construcciones muy caras”, precisó.
Desde el gobierno tampoco no han detallado cómo abastecerían de agua potable y de energía para el funcionamiento de la cuestionada prisión.