Tegucigalpa, Honduras.- La comunidad internacional, liderada por la Unión Europea, España y Alemania, ha intensificado su apoyo a Honduras tras el devastador paso de la tormenta tropical Sara, que dejó severos daños en diversas regiones del país.
Con más de un millón de euros destinados a la respuesta inmediata y 23.8 millones de euros en acciones de prevención, los esfuerzos se centran en aliviar la situación de las comunidades afectadas y fortalecer su capacidad de resiliencia.
La Unión Europea activó el programa Copernicus para monitorear desde el espacio las áreas más afectadas, generando imágenes satelitales de alta resolución que han facilitado la evaluación de daños en más de 31,000 hectáreas.
Con estos datos, COPECO pudo identificar 4,700 hectáreas inundadas en regiones como Gracias a Dios, Choloma, Atlántida y Yoro.
A través de la Oficina de Acción Humanitaria (ECHO), la Unión Europea asignó 500,000 euros (13.64 millones de lempiras) para brindar alimentos, agua, saneamiento y asistencia financiera. Adicionalmente, se distribuyeron 503 kits de higiene, 80 frazadas y 40 colchonetas, y se otorgaron transferencias monetarias a 1,000 hogares vulnerables en Alianza, Valle.
España contribuyó con 160,000 euros (4.36 millones de lempiras) al Fondo de Emergencia de la Cruz Roja para cubrir necesidades urgentes en Colón, mientras que Alemania destinó 500,000 euros para filtros de agua y transferencias en efectivo a familias en Tocoa, además de 100,000 euros para apoyo agrícola en Choluteca.
En los últimos dos años, la Unión Europea ha invertido más de 23 millones de lempiras en sistemas de alerta temprana en la cuenca del río Ulúa, incrementando la capacidad de respuesta de 3 a 19 horas.
Por su parte, Alemania apoya proyectos de infraestructura resiliente en 40 barrios del Distrito Central, incluyendo Los Jucos, que evitó inundaciones por primera vez gracias a obras de mitigación.
Estas iniciativas reflejan el compromiso internacional con Honduras, no solo para atender emergencias inmediatas, sino también para prevenir futuros desastres climáticos, fortaleciendo la seguridad y bienestar de sus comunidades más vulnerables.