TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Uno de los principales objetivos de muchos jóvenes en Honduras es que al salir del colegio comiencen a trabajar de lo que estudiaron; sin embargo, debido a la falta de oportunidades en las áreas que egresan se ven obligados a trabajar en otras.
Tal es el caso de Fernanda González, quien egresó en 2021 del Bachillerato Técnico Profesional en Banca y Finanzas; su sueño era trabajar en una agencia bancaria y seguir con sus estudios en la universidad, pero al no encontrar trabajo de su profesión, terminó laborando como operadora en una maquila.
Ese tipo de situaciones que viven cientos de jóvenes hondureños desnuda la necesidad de hacer una reestructuración de las carreras que ofrece la Secretaría de Educación.
Actualmente son 35 bachilleratos, de los cuales 32 son Técnicos Profesionales (BTP) que se ofrecen en los colegios del país. Para Joel Navarrete, dirigente magisterial, no todos esos bachilleratos tienen la aplicabilidad en el sector laboral, por lo que se deben reestructurar.
“Es importante hacer un replanteamiento en la malla curricular de media, hacer un cambio estructural de todo lo que es el contenido y las propuestas de cada una de las carreras que se están ofreciendo; pensar en cerrar algunas y abrir otras de acuerdo con las necesidades de la sociedad”, opinó.
A criterio del docente, la oferta educativa se debe enfocar en el campo administrativo, de servicios y el sector agrícola.
Además de actualizar la malla curricular, es importante que los bachilleratos se implementen de acuerdo con las zonas de producción del país para lograr una verdadera educación para el trabajo.
Para eso, señala Alexis Ordóñez, secretario general del Consejo Nacional de Educación (CNE), es importante hacer estudios de mercado locales con el objetivo de descubrir la demanda y los potenciales de las zonas. “Falta como más pertinencia de ubicar los bachilleratos en las localidades pertinentes”.
Desde el CNE se está diseñando la política pública de educación y formación técnica profesional, con el cual se busca mejorar y ampliar la calidad, la cobertura y la pertinencia de la educación, que la oferta esté de acorde al mercado laboral.
Se espera que el documento sea aprobado por el Consejo de Ministros en agosto.
