TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El canciller de la República, Eduardo Enrique Reina, se pronunció en las últimas horas sobre la brutal masacre que segó la vida de cinco hondureños en el condado de San Jacinto, Texas, Estados Unidos.
A través de su cuenta de Twitter, el funcionario expresó sus condolencias sobre el violento hecho registrado la noche del viernes.
“Nuestras condolencias a los familiares de las víctimas de este terrible crimen en San Jacinto, Texas, en el que han muerto 5 personas supuestamente de nacionalidad hondureña”, escribió en un hilo.
Asimismo, Reina explicó que ya se instruyó al consulado en este lugar contactar con las autoridades y dar seguimiento cercano al caso.
En un segundo tweet, el canciller exigió justicia en el múltiple tiroteo perpetrado supuestamente por un hombre de nacionalidad mexicana que está prófugo. “Exigimos se aplique todo el peso de la ley contra el o los responsables de este crimen”, agregó.
Por su parte, Wilson Paz, director de Protección al Migrante, informó que los cuerpos de los compatriotas están en la comunidad de Montgomery, lugar a donde se desplazará el vicecónsul para obtener los datos de las cinco personas fallecidas.
También adelantó que las víctimas serían tres mujeres, un hombre y un niño de ocho años, quien murió en el hospital. Mientras que los sobrevivientes de la masacre son otras cinco personas, dos mujeres y tres menores de edad.
”Nosotros estamos disponibles con los recursos para proceder con la repatriación y vamos a estar pendientes de la investigación”, concluyó Paz, luego de puntualizar que no se había registrado un suceso de este tipo que involucre a hondureños.
La masacre
La masacre ocurrió la noche del viernes, cuando un mexicano irrumpió en la vivienda de una familia hondureña luego de que esta le pidiera dejar de disparar al aire ya que tenían a un recién nacido durmiendo.
El individuo, identificado como Francisco Oropeza, descargó su fusil contra el cuello y cabeza de las víctimas en la sala de su vivienda y luego se dio a la fuga.
Las autoridades ofrecen una recompensa de 5 millones de dólares por información que de con su paradero y captura.
