LONDRES, REINO UNIDO.- Tres miembros de la familia de una niña de 10 años hallada muerta el mes pasado en su casa en Inglaterra comparecieron este viernes ante la justicia por un presunto delito de “homicidio”, después de regresar a Reino Unido tras un mes de fuga en Pakistán.
Los tres miembros de la familia de Sara Sharif habían huido a Pakistán el día antes de que se descubriera el cadáver de la niña muerta, desencadenando una búsqueda internacional que terminó el miércoles, cuando fueron detenidos al bajar de un avión en el aeropuerto londinense de Gatwick.
La fiscalía británica autorizó “procedimientos contra tres personas”, el padre de la niña Urfan Sharif, de 41 años, su pareja Beinash Batool, de 29, y el hermano de esta, Faisal Malik, de 28, anunció en un comunicado la policía local.
“También se les acusa de causar o permitir la muerte de un niño”, añadió la policía de Surrey (sur).
Los tres comparecieron en una breve audiencia en el tribunal de Guildford, donde un juez decidió mantenerlos en detención preventiva hasta su próxima comparecencia, prevista para el martes.
El cuerpo de la niña fue encontrado en el domicilio familiar, en un pueblo cerca de Woking (sur) tras una llamada del padre desde Pakistán.
La autopsia reveló que Sara había sufrido “numerosas lesiones” durante un largo periodo.
En un vídeo publicado la semana pasada, la madrastra de la niña afirmó que la muerte de la pequeña había sido un “accidente” y explicó que la familia estaba “finalmente dispuesta a cooperar con las autoridades británicas y declarar ante un tribunal”.
El caso de Sara Sharif ha tenido una gran repercusión mediática en Reino Unido.
