El Paraíso, Honduras
Una joya colonial escondida entre montañas es el referente del turismo histórico en el departamento de El Paraíso: Yuscarán, tierra conocida por la fabricación de aguardiente, pero, como dice el historiador local Óscar Lezama, preserva en cada esquina un hecho histórico de valía nacional.
Como pueblo minero surgió en torno a la explotación de metales, por lo que en cada piedra fundida en sus características calles se esconde el esfuerzo de los trabajadores que en los años 1700 comenzaron a construir la ciudad.
Aunque se estima que el pueblo comenzó a erigirse entre los años 1730 y 1740, algunos documentos antiguos dan fe del crecimiento de la zona desde el 1600.
Entre las montañas de Yuscarán se encontraron vestigios del período clásico tardío y posclásico (de los años 1400 a 1500 d. de C.) que fueron descubiertos en el sector de El Lagartero, más conocido por los oriundos como Jaguas, por el arqueólogo mexicano Erick Valles.
Es por esta riqueza histórica que hasta el nombre de la cabecera departamental ha sido objeto de debates, pues unos afirman que es de origen mexicano y significa “Ciudad de casas de flores”. Lezama, por su parte, asegura que en un documento se establece que es de origen lenca y se deriva de los vocablos “Yus” (jefe) y “Caran” (cerro).
Y el mexicano Valles afirma que significa “Sitio o corazón del agua” en lengua azteca, pero sin importar cual sea el nombre original del municipio, es sinónimo de magia de época y refugio de intelectuales, pues fue aquí donde se asentó la familia del prócer Francisco Morazán Quezada, porque -según narra la tradición local- el abuelo del general, don Juan Bautista Morazán, vivió en el pueblo.
Como prueba de la presencia del linaje Morazán, en la Casa Fortín se expone el árbol genealógico de la familia, la vivienda data del siglo XIX y es uno de los edificios que se conservan del casco viejo.
Y si usted se anima a recorrer las empedradas calles del municipio podrá conocer más el legado de la localidad nombrada Monumento Nacional en 1979, que se ubica a tan solo una hora de la capital.
Sitios por conocer
Al recorrer apenas 68 kilómetros al suroriente de Tegucigalpa, puede descubrir este rincón detenido en el tiempo con sus casas blancas y tejas de color naranja.
El antiguo emporio minero donde se explotaron unas 100 minas puede ser apreciado en todo su esplendor desde las alturas, con cruzar una escalinata de 150 gradas que son el acceso al mirador local que ofrece una vista única del poblado.
El encuentro con la naturaleza es otro de los atractivos, en las faldas de la montaña Montserrat, reserva biológica que posee 4,187 hectáreas de bosque donde se aprecia una variada vegetación, se ofrecen recorridos de aventura.
Y para quienes desean conocer los misterios de la fabricación del potente aguardiente local, en la destilería se realizan, de lunes a sábado, paseos.
La producción de la bebida es una de las principales fuentes de trabajo y una de las firmas registradas que han hecho famosa a la cabecera departamental.
La invitación ya está dada, Yuscarán es una visita obligada durante estas vacaciones.