TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Si usted es joven, seguramente nunca ha escuchado hablar sobre las tradicionales cabañuelas.
Esta insólita tradición es común escucharla en los pueblos del interior del país a través de nuestros ancianos, ya que permiten predecir las condiciones meteorológicas del año en función de los primeros 12 días del mes de enero.
Por si no lo sabía, durante estos días, se lleva a cabo un método de observación empírica para predecir el clima en las zonas rurales y a pesar de que el tiempo y la tecnología avanza, esta práctica se resiste a quedar en los registros del olvido.
ADEMÁS: Las cabañuelas, el antiguo y misterioso método para predecir el clima en un año
Empleada tradicionalmente por los agricultores, este hábito tiene un origen ancestral que tentativamente data desde la festividad judía de los tabernáculos, sin embargo, serían los españoles quienes la perfeccionarían para así traerla al continente americano a través de sus conquistadores hispanos.
La historia es antigua y, aunque no se conozca a ciencia cierta en qué momento surgió esta fijación por el clima en los cielos, la práctica sigue empleándose desde épocas arcaicas por muchos agricultores, entre ellos catrachos.
Los primeros 12 días de enero en varios países de América Central, Colombia, México y particularmente en algunos rincones campestres del territorio hondureño las cabañuelas adquieren un valor significativo, ya que es a partir de estas fechas que la efectividad sobre el clima cobra un sentido distinto.
Durante estas casi dos semanas -que terminan particularmente hoy- la interpretación del clima se lleva a cabo en muchas zonas rurales del territorio nacional y un ejemplo de este concepto son los departamentos de Copán, El Paraíso, Olancho, Ocotepeque y Yoro, cuya práctica sigue vigente gracias a la costumbre inculcada por las familias de generación en generación a través de su folclórica descendencia.
Interpretación
Las predicciones climáticas tradicionales que generalmente se practican en el campo son las cabañuelas de ida, en donde las personas observan las variaciones del clima durante los primeros 12 días de enero para determinar el pronóstico del tiempo durante los 12 meses del año, es decir, si el día seis de enero fue un día de lluvias, el mes seis (que en este caso sería junio) será un período de abundantes lluvias.
Aunque las cabañuelas, más allá de un mito, suponen una costumbre que sirve de guía para los campesinos de tierra adentro, la verdad es que actualmente la veracidad se ha ido perdiendo con el paso del tiempo, en donde si antes esta práctica ofrecía un 80% de confianza, hoy en día, según Ramón Navarro, presidente de la Asociación Nacional de Campesinos de Honduras (Anach), uno de los principales problemas consiste en el “cambio climático”.
Una conclusión que no está lejos de la realidad, ya que factores como la degradación ambiental ha provocado no sólo que los ecosistemas sean variables, sino que las lluvias sean cada vez, un fenómeno más extraño.