Así como los del norte juran “ayudarnos”, así nos joroban. Por políticos, militares y ciertos empresarios son nuestro verdugo. Son “amigos” por provecho, enemigos a su modo y rastreros a su tiempo. Las extradiciones por narcotráfico son y seguirán siendo primarias para el imperio. Pero, ¿a qué juegan los gringos? Si aquí unos poderosos son intocables.
Desde la baja del embajador James Nealon existe una lluvia de dudas al no corear –a capricho soberano- nombres y apellidos de lobos con piel de ovejas (también hijos de papi y mami) que no solo usaron puntos ciegos para ayudar a traficar toneladas de droga hacia Estados Unidos, sino también aduanas como la de Puerto Cortés. ¿Aló, con Fredy Nájera?
Callejas
Aunque el caso del expresidente Rafael Leonardo Callejas está vinculado con coimas y otros trances en el llamado escándalo FIFAgate, Nealon corrió a decir que el biónico había sido pedido al gobierno de JOH. Una semana duró en tierra catracha y Callejas voló sin visa. En palabras llanas, los gringos cantan y piden lo que se les antoja.
Se llevaron por tráfico de drogas a Los Cachiros, a Los Valle Valle y otros ya conocidos que, de paso, rociaron en sus juicios a diputados, alcaldes y a los grandes Fabio Lobo, hijo del exjefe Porfirio Lobo Sosa y el más reciente (noviembre de 2018), Tony Hernández, hermano de JOH, que cantó y cantó antes de conocer la puerta negra.
Si parte de la “clase política” criolla está embrujada por la cocaína, llévensela, aquí no hace falta. No emulen lo malo de quedarse calladitos como ciertos que gritan ser castos y sus peculios treparon como la espuma. No se atreven a rozarles un cinco ni sus palacetes provistos de locuras. Andan de pavos reales en autos blindados, con matones y en política.
Militares, políticos y unos financieros por buitres terminan embarrados por el norte. Ahí anda “Mel” Zelaya pidiendo la expulsión de tropas gringas y con o sin poder es, junto a cachos, cheles y otros embaucadores, uno de los primeros en tropezar por el brindis del 4 de julio en la residencia del imperio. ¿Mentimos?
Polvo
Doble lenguaje. Te invitó a empinar el codo y luego te sujeto de las muñecas por narco o por lavado de activos. ¿Que somos narcoestado hace décadas? No es de alarmarse. Demás está indicar nombres fastuosos de “dignatarios” recibidos en la Casa Blanca curtidos del polvo blanco. Barack Obama, tocando temas de “seguridad nacional”, se vio “face to face” con un exmandatario catracho cuya familia se besó con el crimen organizado.
Buena terapia la de Gringolandia. Fingen amistad y brindan con los del trono para exhibirlos y verlos sufrir como a Rafael Callejas goleado por su “amor” al fútbol. Amigos, enemigos y viles, según los intereses del tiempo. Por ahí saltan rumores que este o aquellos serán los próximos en volar mucha espalda por narcopolíticos.
A propósito, unos andan frescos y tiesos en plena campaña a sabiendas que solo merecen que cárcel de por vida porque sus colas apestan a cocaína.