Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: 'Odiado” y 'amado”

Que ningún tirado de pulcro, golpista ni golpeado por la novel Ley Electoral relinche diciendo que es “ilegal” y “un golpe a la democracia”

20.06.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Para quienes sufren fiebres por liebres, la remozada Ley Electoral colocó a cada galán en su lugar y con su precio.

Adiós (entre otras farsas más) a los usados partidos de maletín porque en tres cayó el jugoso botín. Interesante panorama para desviar de ruta a tratantes de credenciales que, por infinita codicia, también lavan millones en sus canales de pudrición.

Bollo
Damas y machos tirados de puros ya no hablan de fraude porque la nueva Ley Electoral les atoró el pectoral. La libertad hecha trozos.
Los diputados tasaron el voto válido en 59 lempiras para pagar la deuda política. Este renglón daría el tiro de gracia a entes sin orden ni fuerza electoral. Habrá, según los diputados, Juntas Receptoras de Votos (JRV) en lugar de mesas electorales, formadas por cinco propietarios (Nacional, Liberal y Libre) con voz y voto, suplente y vocales para más bocas.

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Fonda

También quedaron amarradas las vitrinas al Parlamento Centroamericano (Parlacen), el escondrijo de guapetones que por “honor” se van de maniquíes a otras tierras. Su puesto será afín al pilón de votos de cada presidenciable. Puro afeite sin cambios, más de lo mismo. Propietario y segundo, viáticos, carro y su depreciación sin valer que el suertudo esté devaluado en candor, ideas y en edad.

Tufo
Grandes de la política alaban el “colorete” electoral y varios de ellos son “observadores” de las urnas desde la era de Roberto Suazo Córdova.


Pese al colorete, la embajada gringa alabó el fallo Legislativo, la empresa privada —a su modo— espera respeto a las reglas, pero como no le regaron maíz a todos los que “juran amar el país”, una que otra lombriz, pariente de los de arriba, metió su nariz en curules y alcaldías, así que el trasiego de cédulas irá con o sin los que aman su ración y no a la nación.

Reclamos, brincos, lloriqueos y mentiras. De un lado y de otro brolla tufo. Se debe ser generalmente pícaro para insistir en que les registren partidos por capricho. Unos, rellenos de billete, urgen mando y ni de su mujer ni de sus más íntimos tienen segura su afición. Tintinan —al cuadro de matones—. Otros, por las malas y a punta de agravios, buscan
su cupo.

Perfil

Urgen “cambios, moral” si por dentro y por fuera son tan falsos como un billete de a tres, de a siete y de a once ante la crueldad de pagarles tres, siete y once millones de lempiras por pinches 3,000 y 5,000 sufragios en escrutinios que en el pasado validaron, a lo pillo, quienes hoy se sienten heridos, traicionados y relegados del rico regalo. Impostores destilándose pastores de rectitud.

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Piden “igualdad” siendo injustos con las mayorías. Se idean sanos, tersos si les conviene. Se hacen víctimas del mismo sistema fétido que toda la vida les transige sus intransigencias. Ustedes, por más caretas que usen, son más de lo mismo. En la calle, frente a la sociedad, se falsean refinados, critican las pocilgas y las ansían. Aúllan y se callan el pico apenas les cae el pisto del fisco.

Pillos
“Odiado” por “golpista”, un “general” sin “honor” hoy es amado de sus víctimas. Solo su codicia los unió y “el delincuente soy yo”.
Hasta aquellos que hace unos años eran odiados, ahora son amados unos con otros porque no está en peligro el Estado, su democracia ni su violada Constitución sino la cuarta de billete que están a punto de perder al quedar fuera del exquisito pastel costeado a lomos del mismo votante. De “golpistas” a “golpeados” en lo más profundo de sus tripas.

Con ristra de lujos, antojos familiares y políticos, ustedes son unos insaciables, trepa muros. Están bramando porque los “cambios” electorales no alivian sus pectorales. Aqu? nadie está libre de pecado ni así, a lo diablo, lancen agua bendita en trama de pleitos públicos para tasarlos en privado, al son de festines donde se sobran en lisonjas, abrazos y te quiero. Las astucias del trinque.

Mugre

La elogiada Ley Electoral, nueva o retocada, está ajustada a más de lo mismo. Es otro banquete para queridos(as) en domos del poder económico. En los centros de votación no irán, de pronto, todos los soñados ni tarifados de partidos enanos, sin embargo, les darán su tajada. Las ratas, grandes, medianas o pequeñas, de un color y de otro, generalmente comen en el mismo albañal.

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Estos apuntes nomás detallan que la “nueva” norma electorera es otra ladronera de burócratas oportunistas, fatuos que hace una década reñían las injusticias y el nepotismo por sus ruidos estomacales. Olvidemos todo, por favor. Que no se hable nunca más de pillerías, de fraudes electorales, de apagones ni de triunfos al son de votos rurales porque ya somos concejales. Matronas de patrones llevan hermanos(as), primos, hijos, abuelos. ¡Ah! También nos clavaron mamás aquí y mamás allá para que les llegue hasta el pecho.
¡Buen provecho!

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