Siempre

Artículo dominical de Octavio Carvajal: ¡Actúen, gringos!

Nuestra patria –sin duda- es blanco perfecto de muchos delincuentes. Empero, en sinfín de bandidos con cara de yo no fui siguen escudándose en el poder político

13.01.2018

Hace más de dos años insistimos en que unos capos de la droga capturados y otros que se rindieron ante la DEA no se irían solos. Embarraron a unos “banqueros” (los únicos hasta ahora). El pueblo está agitado y la única forma de bajar los caldeados ánimos es que los gringos carguen ya con políticos, empresarios, oficiales de policía y militares puentes del narcotráfico.

Malos estatales quieren que Honduras arda todos los días por sus infinitas codicias por el poder. Sabemos de sus malos pasos, de sus ligas con el mundo narco por más de tres décadas. Sus emporios –a lo insólito- subieron como la espuma cubiertos hasta por periodistas. Nadie crece en un santiamén y vuela sus aires con un jet de lujo a menos que herede fortunas de antaño.

Fletes
Nuestra patria –sin duda- es blanco perfecto de muchos delincuentes. Empero, sinfín de bandidos con cara de yo no fui siguen escud?ndose en el poder político. Desde abril de 2014 iniciaron las extradiciones con la entrega de Arnaldo “El Negro” Lobo (apellido rimbombante de capos) sentenciado a veinte años de cárcel en Estados Unidos.

A Lobo lo siguieron Los Cachiros, Los Valle, “Don H”, Wilter Blanco “El Rojo”, unos oficiales de Policía (mandaderos de los de arriba) y otros poco conocidos que cruzaban cielo, mar y tierra cargados de droga y provistos de seguridad privada y estatal en los tiempos del Poder Ciudadano y del “Cambio Ya” cuyas cabezas “nunca” supieron de sus carteles.

Devis Leonel Rivera Maradiaga –jefe de Los Cachiros- habría salpicado con sus negocios a la familia Rosenthal y también a Fabio Lobo, hijo del “ilustre” exmandatario Porfirio Lobo Sosa. El primogénito del patriarca olanchano fue condenado a 24 años de cárcel más cinco en libertad condicional mientras Yani Rosenthal recibió tres años de cárcel.

Tiros
Empero, Yani Rosenthal envió un mensaje claro a sus amigos en tierras catrachas. Entre líneas dijo que a su regreso sabrá “recompensar tanta angustia causada y el cariño recibido”. ¿A quiénes les habría remitido este telegrama? En lenguaje figurado las letras tienen doble filo, cortan entrañas. No cabe duda de que el expresidenciable liberal está herido.

Para el hidalgo Yani los cargos de lavado de activos “en el camino (de su juicio) han quedado desvirtuados y han sido retirados”. El 15 de diciembre de 2017 –el día de su sentencia a tres años de prisión- el banquero expresó que su mayor castigo ha sido estar separado de toda su familia y ver desde la impotencia la “rapiña voraz del patrimonio”.

Durante y después de la captura de varios narcotraficantes solamente los Rosenthal fueron señalados por el Departamento de Estado norteamericano como presuntos cómplices de Los Cachiros. Llama poderosamente la atención que en medio de mil escándalos y chismes de un lado y de otro, a Fabio Lobo no le incautaron sus peculios.

Aparentemente, el heredero de La Empalizada estaba en la vil y cruel calle a pesar de que el cachiro Devis Leonel lo consideró brazo fuerte de su organización, de acuerdo a sus sendas confesiones ante la jueza del distrito sur de Nueva York, Lorna Schofield. ¿Será cierto que Lobo no tenía un cinco al momento de su captura o alguien se clavó el billete?

Reina
El tema del narcotráfico es salvaje y sumamente peligroso en estos campos repletos de ambiciones, traiciones y salvoconductos para unas ballenas de la política, financieros, oficiales de la Policía y del Ejército, fiscales y magistrados que han sido los vitales socios de este flagelo. Empero, más de veinte órdenes de arresto pedidas por el imperio no se ejecutan.

¿Saben quiénes son? ¡Claro! En el Ministerio Público y en la Corte Suprema de Justicia lo saben. ¿Entonces, qué esperan? Búsquenlos (as). No protejan a grandes pillos. Si no cae la “Reina del Atlántico” peor para que topen a los grandes que brindan por la leche que dan las vaquillas del narcotráfico.

En la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y en la Dirección Policial de Investigación (DPI) deben cumplir con la ley. Capturen a los jefes del narcotráfico, actúen sin tanta paja.

¿Es esto otro cuento chueco don Julián Pacheco?