Juan Orlando Hernández Alvarado se irá —como así debe— tras ocho años de tutela golpeada por trampas y excesos. Unos cuantos presos por ladrones y no más. Su sucesor (a) tendrá que probar recato pues muchos galanes se venden en vitrinas y son de letrina.
Estallan graves y grandes problemas por doquier y los de arriba, a su modo, asaltan insaciables. La “empresa privada”, en masa, hipócrita. Si le encaja critica la pudrición, las deudas, el gasto público y, por el otro, a lo malsano, recoge millones en leoninos pactos carreteros, de energía eléctrica (a oscuras) y otros trinques sucios. En palabras llanas, ya le pusieron llantas al país para peinárselo.
VEA: El artículo de Octavio Carvajal: “Inyección”
Bichos
Mercantes (falaces) del norte y otros de Tegucigalpa zumban moral y son de albañal con políticos de turno; lógico, almuerzo y afectos no son de gratis. Otros riñen el tufo del actual régimen y sus fábricas y palacios nacieron de pillerías unidos con estatales. ¡Miserables! Morales de boca, pero del diablo. Cierta prensa los tilda de “empresarios, analistas”, siendo parásitos de lo ajeno.
Los últimos tres jefes han tenido zipizapes con el sector privado que los acusa de abuso, de corrupción, de ser díscolos. Empero, siendo cuerdos y como Honduras es una cuartería, nada mal es decirle sus demasías a unos y otros porque muchos, de los que se fueron y los que están, son culpables directos de la ruina. El burócrata jamás dejará de ser escolta de financieros. Sus huellas nos llevan a varios retretes.
Cada grupo pide y se arropa en falso decoro sabiendo que sus arreglos son de inodoro. Alguno (a) de ustedes negará que su mayoría pende de la ubre oficial, desde atar jugosas y eternas rentas de edificios y casonas a cada gestión, transando “zapatos” de oro (de cartón comprimido) para la niñez huérfana con doble facturación. Doña Miriam lo sabe, pero “el contrabandista soy yo”.
ADEMÁS: Artículo de Octavio Carvajal: “Odiado” y “amado”
Atracos
La altura moral que tanto tintinan de ambas vías termina en magnos saqueos y caprichos firmando, a lo cínico, compras infladas. Recuerdan los asaltos al Banco Central de Honduras, al Seguro Social, el robo descarado con los hospitales y ¿quién o quiénes están presos? ¿Los gatos? ¿Dónde paran los millones atracados? ¿En sus castillos o cajas bancarias o el ladrón soy yo?
Ni siquiera han recobrado pinches cuarenta millones de lempiras ni pagos en cheques oficiales por veinte o treinta mil lempiras que una vulgar ladrona se peinó del Congreso Nacional para meterle cortinas a su mansión y nos vienen con los mismos cuentos que los corruptos irán a la cárcel si andan en fastuosas campañas sufragadas con el pisto de coimas de privados que las “ganan” y reparten partiendo al Estado. En cambio, todos tararean “justicia, igualdad” tratando de tapar su infinita maldad.
+Cuando cae la noche, los artistas hablan con el silencio
Vuelos
Por insaciables, tratando ricos lucros propios y corporativos relegando el bien general, el país seguirá en picada, con fuertes deudas bilaterales, multilaterales, con un nido de haraposos que no educan ni sanan, sino que los atontan al verlos llegar a sus pobrísimas aldeas en lujosas camionetas o en helicópteros alquilados (otros atracos) ofreciendo alzar puentes donde no hay ríos para llevarse ríos de billete.
Se les oye (sin persuadir) muy sensibles y mansos criticar la imparable corrupción, valiéndose que muchos ignoran su vil forma de asaltar al gobierno de turno. No más charlatanería de que unos son ladrones y otros no si hasta con el papel higiénico, la gasolina, los repuestos automotrices, papelería, viáticos, horas extras, cuadrillas y, en fin, con todo, hacen diabluras.
De la burocracia vive medio mundo y unos cuantos encopetados se han hecho ricachos y no dejarán de serlo mientras, a lo bandido, instan a mermar el gasto, a frenar la corruptela, a encarcelar a sus actores si ya empeñaron cinco generaciones de hondureños para asegurar a cinco especies de la alcurnia política y empresarial que cada cuatro años se clavan el dinero sagrado.
No intenten más desviar ojos de la multitud asegurando que las jefaturas son corruptas viviendo de su corruptela. Hechor y consentidor… no se vean modelos de vitrina si nacieron y se duchan en letrinas. Nada es eterno. A todo chancho le llega su diciembre, nadie se va sin su vuelto.
DE INTERÉS: Artículo de Octavio Carvajal: Un país sin salvador
Deudas
Aquí gran mazo de “empresarios” cacarea decoro y no paga sumas millonarias al Estado por consumo de energía eléctrica. Así el país.
Hechos
En cambio, otros financieros, riñen la podredura oficial y subieron como la espuma a punta de contrabando de mercaderías. ¿Mentimos?
Filos
JOH está en pleito con el Cohep. Varios de sus miembros —dijo— se lucran del plan “Marchamos”, “para los pobres” pero se marcha a sus bolsos.
Pillos
Según recalcó, es un pisto que se traga el Cohep por cada furgón que entra al país. Llanamente, los claros también son oscuros.
Coros
Hablando de tasas, los empleados públicos pagan dos y tres mil lempiras al mes por auto en el Centro Cívico y el ministro va de gratis.