Tegucigalpa, Honduras
La “clase política” se hizo la loca con los últimos mensajitos de la estadounidense Heide Fulton –encargada de negocios en Honduras-, quien reiteró por enésima vez que ningún corrupto usará su patio para colar dinero robado. Chorro de telegramas a los catrachos podridos y todos se han hecho los papos ante el aviso de la gringuita.
Fulton envió sinnúmero de recados a través de su cuenta de Twitter tras la caída de Carlos Alberto Zelaya Rojas –hermano del piadoso Mario Zelaya Rojas- por lavado de activos fruto de millonarios mojes recibidos del quebrado Seguro Social de parte de la Compañía de Servicios Múltiples (Cosem), propiedad de los sublimes “Tetos”, “testigos protegidos” de la Fiscalía.
Tubos
De los 2.08 millones de dólares que los “Tetos” pagaron a Mario Zelaya Rojas para agilizarles gruesos pagos por la “digitalización de una base de datos”, Carlos Alberto usó 1.3 millones de verdes y compró cinco bienes inmuebles en el estado de Luisiana. Fue engrillado mientras vagaba por Nueva Orleans. De repente y andaba en bares. ¡Mal familiar!
12millones de dólaresfraguados por un conocido bufete legal. |
Mediante demanda civil CV-00074, la Corte del Distrito Este de esa ciudad norteamericana, el pariente del “doctor porno” fue acusado de 12 cargos, además de mentirle al gobierno sobre el origen de al menos 30 millones de lempiras. Empero, el total de la coima ascendió a casi cincuenta millones de lempiras (tan bello “Teto”).
“EE UU no será refugió de aquellos que intentan escapar de la justicia en Honduras y tampoco nuestro sistema financiero será utilizado para lavar fondos robados al pueblo hondureño”, escribió tajante y segura la señora Fulton, que no está de bromas y mucho menos ahora que recién llegó después recibir unas clasecitas militares por Alemania.
Este arresto –dijo en otro de sus mensajes- es un claro ejemplo de nuestra continua cooperación en la investigación del caso del IHSS. Desde la devolución de bienes incautados hasta la búsqueda y arresto de fugitivos, EE UU continuará apoyando la lucha contra la corrupción. ¡Veremos si caen de picaritos de todos los colores!
Muros
Sus telegramas nos hicieron recordar a Loretta Lynch, entonces fiscal de expresidente Barack Obama, quien al cercar a altos dirigentes de la FIFA por repartir “premios” y arreglar partidos expresó sin rodeos “No escaparán”, y así ocurrió. Ni los estimados de superdotados lograron huir del castigo. Los gringos no le ponen prisa al grillete.
El problema de nuestra idiosincrasia es que no creemos en nadie. Se piensa que la justicia jamás llegará o es muy tardía, pero el Creador del Universo sacude sin falta por cualquier vía. Aquí muchos se hacen los idos. Sin embargo, a los del norte no se les va chancho con mazorca. Políticos y funcionarios mafiosos podrán colorear leyes, hacer mil quiebres por donde sea y aun
así caerán.
Lea además: El caso de la esposa solitaria, en Grandes Crímenes
Zelaya
Algunos pensarán que los corruptos y lavadores solo están ligados al saqueo del Seguro Social. ¡No! El imperio anda tras la pista de otro mazo de hombres y mujeres que teniendo mucho poder arrasaron con el billete de otras entidades. Se peinaron lo público sin ser funcionarios. Al final, los ladrones no solo son los Zelaya. ¡Qué injusticia!
El Departamento de Estado indaga lavado de dinero en Miami. Una sola persona compró comercios, edificios y casas valuados por la pequeña suma de doce millones de dólares fraguados por un conocido bufete de abogados que servía como “puente” de altos personajes de nuestra política vernácula implicados en otros saqueos públicos.
Toros
Este grupo de juristas fue sacado de circulación hace unos dos años. Habría colado dinero de un ente de donde mediante una sesión de “consejo de ministros” sacaron 150 millones de lempiras. Sus artífices buscaron mil formas hasta pasarlo a manos de una catracha de mucha influencia. Si Estados Unidos presiona deberá cantar sus delitos sin capucha.
Las travesuras son numerosas. Sus actores se llevaron millones hablándonos de pobreza y de niñez. ¡Maldita justicia! Ni perdón ni olvido. Ahora dicen que los robos son puras pendejadas. ¡Perversos! Ni satanás los recibirá por temor a que le roben su cueva.