Tegucigalpa, Honduras
Me senté a platicar con Jorge Osorto una de estas tardes donde el clima nuboso y un cafecito acompañan. Un buen escenario –nunca mejor dicho- para platicar de cine con alguien al que le apasiona el séptimo arte y, sobre todo, una buena excusa para seguir ahondando en el panorama del cine hondureño.
En ese primer instante del encuentro veo a Jorge sentado frente a mí con su característico risueño rostro apacible y comienzan a desfilar en mi mente ese gran número de personajes representados por este gran actor nacional.
Profundizar un poco más en lo que hay detrás de estos diversos personajes que hemos visto en películas hondureñas contemporáneas es un aliciente para mí.
Jorge, el comentario reiterado en la profesión es: “Jorge Osorto aparece en casi todas las películas hondureñas”, ¿eso es cierto?
¡Nooo! (Seguido de unas risas). Yo también he escuchado ese comentario y me lo han dicho directamente, “vos estás en todas las películas”, pero no es cierto porque con Mathew (Kodath), por ejemplo, él ha hecho creo que cuatro películas y yo solo estoy en esta última, que está por terminarse (“Trapos sucios”)... Y ahora el cine nacional está teniendo un auge de diferentes productoras que están creando películas y no se ha dado el caso de que haya podido trabajar con ellas de momento, eso lo debo decir para hacer justicia.
Lo que sí puedo decir es que he participado en once largometrajes y en unos días se sumará otro más, haciendo mi primera docena de largos.
Trabajas con los directores más renombrados, pero también te das el tiempo de apoyar producciones de directores y directoras noveles, por ejemplo, grandes promesas de nuestro audiovisual como Marlon Herrera, con quien has colaborado en sus dos primeros cortometrajes: “Tánatos” e “Histeria”.
Sí, primero yo pienso que no tenemos alternativa. Si queremos hacer crecer el cine, tenemos que hacer de todo. Si no tenemos industria, nadie me puede venir a decir “vas a correr el riesgo de trabajar en algo que no te va a aportar nada económicamente” o “eso no va a tener cobertura”.
Lo importante es que a esa persona que se ha tomado la molestia de escribir un guión y que tiene las ganas y los deseos de ver su trabajo en pantalla grande, se le apoye de alguna manera.
Para mí lo hago, de verdad te lo digo, con mucho gusto.
Cuando han venido jóvenes y me presentan sus propuestas, yo también me siento halagado pues valoran mi trabajo como actor y yo lo miro como un compromiso con el cine nacional, conmigo y con las personas que voy a trabajar, porque yo creo que no es justo descorazonar a alguien con deseos e iniciativa que de repente puede llegar a ser un cineasta maravilloso. Eso no ocurrirá de mi parte.
Y hablando de ese compromiso con el cine y con tu trabajo, notamos cómo los personajes que interpreta Jorge Osorto le exigen diríamos que mucho porque a Osorto lo hemos visto desnudarse en pantalla y hasta raparse el pelo para agregar con profesionalidad y mayor realismo a un determinado papel… (risas)
Bueno, a propósito del striptease, el director de la película (“De lo que sea”) me dijo cuando estaba escribiendo el guión que había un personaje que era el actor mayor de la película y que en un determinado momento esta persona se desnudaba y a mí de inmediato lo que me atrajo fue el reto de hacer esto, porque como podrás ver no tengo un cuerpo trabajado para verse bien, y como actor esos son retos que van sumando a la experiencia porque yo, desde hace mucho tiempo, aprendí que esto que uno llama cuerpo es un instrumento de expresión que uno va a utilizar haciendo teatro o haciendo cine y que uno tiene que aceptarse tal como es, como persona y como artista también...
En eso estoy completamente de acuerdo contigo… porque en cine, el físico es muy relativo y los profesionales que no se condicionan a encontrar sus papeles para lucir lo mejor de su físico, ofrecen una gama mucho más amplia de registros y de experiencias actorales... y eso demuestra, de alguna manera, que para ser actor o actriz no importa ni la edad ni las características físicas pues siempre habrá un papel esperando para ser representado… y puede llegar en cualquier momento... Recordemos al actor latino Danny Trejo...., que como él mismo dice, guapo no es…; y, sin embargo, es uno de los actores que más participaciones en películas de Hollywood tiene...
¡Sí! No le falta trabajo... Fíjate que con quien comenté mucho de esto es con la persona que hizo todo el trabajo de coach de actores para la película “El Xendra” (Maisa Rodríguez)... porque yo le comenté que estaba llegando un momento en que me ponía a pensar: ¿por qué no me encontró este crecimiento del cine hondureño estando yo más joven? Pero ella me decía que no importa la edad para nada, pues en el cine hay una gama extensa de características en los personajes, solo se trata de encontrarlas y saberlas representar...
Jorge, si comentamos sobre los largometrajes en los que has trabajado podemos encontramos un componente cultural e histórico que evidentemente te interesa mucho...
Sí, yo siempre he sido una persona que no he pensado en hacer cine nada más porque sí... si no que yo he querido ligar todo esto a lo que es propiamente lo cultural, porque el arte es cultura y la cultura trae la temática de la identidad y pienso yo, después de observar cómo los demás países centroamericanos se abanderan siempre con sus personajes culturales, a los hondureños, a mí parecer, nos hace falta trabajar mucho en este campo porque, por ejemplo, un amigo mexicano me comentó que él preguntó a un grupo de estudiantes: ¿Quién es Ramón Amaya Amador? Y todos dijeron que no lo conocían... Esto es lamentable.
Tu próximo proyecto que está en salas comerciales es la película: “Se lo dije, Lucecita”.
¿Qué nos puedes contar de esta producción? Sí, es un proyecto que se viene preparando desde el año 2015 y me encanta esta película como actor por dos razones: a mí me buscaron para este personaje porque me vieron defendiendo una canción mía en el Festival de Canto inédito nacional OTI, en aquellos tiempos cuando comencé como compositor, y después de eso no pude, salvo algunas incursiones, desarrollar una carrera en la música y el canto y como consecuencia de ello yo me considero un cantante frustrado.
En la película, con el personaje, que se llama Pancho Rueda, voy a cantar una canción (que por cierto es mía) Y eso es algo reivindicativo, y por otro lado, desde la actuación me gusta mucho esta película porque el personaje de Pancho tiene una transición bien marcada de un Don Juan de antaño a un personaje más joven, activo y muy diferente y eso me atrae, y yo sé que estas cosas al público le van a gustar.
Estaremos pendientes de las próximas actuaciones de Osorto, seguro que no nos dejará indiferentes, una vez más.
Jorge Osorto, un valor nacional en alza de nuestro cine. Gracias por tu tiempo y tu talento.