Un total de 190 reclusos de más de seis centros penitenciarios de toda Honduras fueron trasladados este jueves a las cárceles de máxima seguridad, conocidas como El Pozo I y II en Ilama, Santa Bárbara y Moroceli, El Paraíso respectivamente.
Entre los reos trasladados se encuentra miembros activos de maras y pandillas así como reclusos considerados por las autoridades como de alta peligrosidad, quienes fueron distribuidos en los nuevos centros de detención.
El traslado coordinado por el Instituto Nacional Penitenciario (INP) con el apoyo de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), comenzó a las 6:00 am, con la identificación de los reclusos y su movilización hasta los camiones de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), para transportarlos hasta su nuevo aposento.
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De acuerdo a las informaciones, 98 estaban en la cárcel de El Progreso, Yoro y fueron enviados al centro penal “Pozo II”, en el departamento de El Paraíso. Entre estos privados de libertad se encuentran 28 miembros de la mara MS-13 y 25 son integrantes de la pandilla 18.
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Por su parte, desde el centro de detención de La Ceiba, departamento de Atlántida se trasladó 31 reclusos a la cárcel de Ilama y dos mujeres a la Penitenciaria Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) en Támara, Francisco Morazán.
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Con estos traslados, las autoridades del INP aseveraron que se logró una reducción del hacinamiento en los centros penales, lo que permitirá mejorar la condición de vida de los internos y mantener en vigilancia permanente a los reclusos de alta peligrosidad.
Con este traslado ya suman cerca de 2,500 privados de libertad recluidos en las cárceles de máxima seguridad que representan la transformación del sistema penitenciario.
