COMAYAGUA, HONDURAS.- Hoy, el matrimonio conformado por Ninoska Coello y Maynor Orellana tendría que estar disfrutando de su vida de recién casados; sin embargo, un trágico accidente de bus les arrebató sus planes de formar una nueva familia.
Postrado en una cama de hospital se encuentra Orellana. Su esposa, a pocas horas de ser sepultada tras perder la vida en este accidente. Ambos tenían un plan: formar una familia.
El día domingo la pareja contrajo nupcias, una nueva etapa en su vida que decidieron tomar tras varios años de convivencia y amor juntos.
Una etapa que no pudieron disfrutar, pues tan solo un día llevaban comprometidos cuando el exceso de velocidad de un conductor al volante y los riesgos en las calles tras las lluvias, produjeron un volcamiento en el bus que ellos se trasladaban.
La escena era desgarradora, más de una docena de personas heridas y al menos tres muertos dejó este indecente. Sin embargo, aunque el dolor de sus heridas era un sufrimiento, el hecho de ver a su esposa sin vida en el suelo era un dolor mayor.
Coello laborada en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), mientras que Orellana es un reconocido líder religioso evangélico de la región sureña del departamento santabarbarense.
“Ella fue una buena compañera, una buena amiga. Tuve el gusto de compartir con ella en esta institución, era una gran amiga. Ella tenía planes de formar una familia con su esposo, estaba muy emocionada por su boda”, lamentó una compañera de trabajo.
Sus restos están siendo velados en una funeraria Excelsior de la colonia La Alameda de Tegucigalpa, donde el dolor invade a los familiares, compañeros y amigos de Ninoska Coello.