TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un insólito incidente se registró este jueves en las afueras de las instalaciones de Medicina Forense cuando dos grupos de personas se disputaron el cadáver de una de las privadas de libertad que murió en la masacre -seguida de incendio- que ocurrió semanas atrás en el Centro Penal Femenil de Adaptación Social de Támara.
La víctima, identificada como Sirian Danelia García Henríquez, de 35 años, perdió la vida en la tragedia y este día su cuerpo estaba listo para ser finalmente entregado a familiares para darle cristiana sepultura.
El problema inició cuando al lugar se presentaron los padres de la occisa para hacer el respectivo trámite para retirar los restos, pero fueron increpados por dos mujeres que se rehusaban a que el cuerpo les fueron entregado a ellos.
Ambas mujeres, que se identificaron como amigas de muchos años de Sirian Danelia, molestas reclamaron a los padres de la víctima el por qué hasta ahora aparecían. “Yo la Amaba a Sirian como mi propia hermana”, aseguró una de ellas al tiempo de detallar a EL HERALDO que en 20 años de amistad con Sirian sus padres jamás la visitaron.
La mujer aseguró que la víctima deja una menor de 15 años y un varón de 10 de quienes sus abuelos no tienen noción de dónde están o con quién viven porque en los últimos años no habrían mantenido ningún contacto con la ahora fallecida.
Entre lágrimas las mujeres pedían que el cuerpo fuera entregado a los hijos de la víctima; sin embargo, EL HERALDO confirmó que finalmente los restos de García Henríquez fueron entregados a los padres.
La dramática escena terminó en llanto y pesar cuando el cuerpo de la joven fue subido a bordo de una ambulancia en la que la trasladarán al municipio de Lepaterique para darle el último adiós.