Llegaron a su trabajo, sin imaginarse que se sumarían a la larga lista de víctimas que se registran en el transporte urbano.
Dos motoristas de autobuses rapiditos perdieron la vida la mañana de ayer tras ser atacados a balazos por unos criminales en el barrio Reparto por Arriba.
Los malhechores abrieron fuego en la terminal de buses del mencionado sector capitalino, matando al instante a Manuel de Jesús Alberto, de 45 años, conductor del autobús con registro número 629 que cubre la ruta El Carrizal-Centro-Reparto, quien era originario de El Progreso, Yoro, con domicilio en la colonia La Laguna, de Comayagüela.
En el tiroteo resultó gravemente herido el también motorista Emerson José Barrientos Perdomo, de 33 años, quien fue trasladado en estado crítico al Hospital Escuela Universitario (HEU), donde expiró pocos minutos más tarde en la sala de cirugía.
El infortunado, quien residía en la colonia Monterrey, al sur de Comayagüela, se dedicaba a trabajar en forma temporal en distintas unidades del transporte urbano capitalino, según revelaron los familiares.
Equipos de las unidades de inteligencia policial se desplazaron a la escena del crimen a realizar las investigaciones orientadas a conocer los pormenores del sangriento ataque, a tratar de identificar a los asesinos y a establecer los móviles.
Sangrienta balacera
Según lo relatado por testigos, eran alrededor de las 4:30 de la madrugada cuando los infortunados llegaron a la terminal de buses rapiditos de Reparto por Arriba, donde estaban reunidos varios conductores listos para iniciar su jornada de trabajo.
De repente, llegó una camioneta, supuestamente, de la marca Toyota Four Runner, color blanco, sin placas, con varios criminales a bordo, quienes en una acción relámpago se bajaron con armas en mano.
La mayoría de motoristas corrieron al ver a los hombres armados, mientras que Alberto y Barrientos Perdomo se quedaron en el punto, porque no tuvieron tiempo de escapar.
Sin mediar palabras, los criminales dispararon a mansalva con armas automáticas contra los infortunados, infiriéndoles varios balazos y luego se dieron a la fuga a alta velocidad.
Alberto cayó abatido a tiros cerca de la puerta izquierda del automotor que conducía, mientras que Barrientos Perdomo quedó aún con vida, por lo que fue auxiliado por sus compañeros de trabajo, quienes procedieron a trasladarlo al principal centro hospitalario capitalino en un intento de salvarle la vida.
De inmediato fue ingresado a la sala de cirugía del centro asistencial, donde falleció alrededor de las 6:20 de la mañana al no soportar la gravedad de las heridas.
El perito forense y el fiscal de turno del Ministerio Público realizaron el reconocimiento legal del cadáver de Alberto, mientras que equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) iniciaron las averiguaciones orientadas a identificar y capturar a los malhechores.
Una de las versiones que conocieron los investigadores es que el vehículo en que se conducían los criminales había sido visto varias veces en la zona, por lo que realizan una serie de pesquisas con el fin de dar con su paradero.
Familiares de los fallecidos aseguraron que ellos nunca les comentaron que hubiesen recibido amenazas de muerte, además se conoció, a través de otras fuentes, que estaban al día con el pago de extorsión a grupos que se dedican a esa actividad delictiva.
La portavoz de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), Norma Moreno, manifestó que no todas las muertes de transportistas están vinculadas a la extorsión, sino que en muchos casos se dan por problemas personales o enemistades.
Solo en el transcurso de un mes se contabilizaron 13 víctimas mortales en el transporte urbano e interurbano, entre motoristas, cobradores y pasajeros, por lo que la cifra subió a 15 a nivel nacional en lo que va del año 2015.
La mayoría de muertes ha ocurrido en las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula, según datos que manejan las autoridades.
Propietarios y trabajadores de unidades de transporte de pasajeros se sienten atemorizados por la ola de violencia, por lo que exigen que la investigación sea efectiva y que se capture a los responsables de los crímenes.
Hasta el momento, autoridades manejan que el doble crimen está asociado al delito de extorsión a transportistas, aunque también existen otras hipótesis que están en proceso de investigación.
Hasta diciembre de 2014, en Honduras se registraba el asesinato de 285 transportistas o empleados del sector transporte.
Entre 2012 y 2013 alrededor de 153 taxistas perdieron la vida violentamente, mientras que otros 17 resultaron heridos, según datos del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).