Tegucigalpa, Honduras
“Mi papi, mi papi, quiero ver a mi papi”. Eran la palabras desgarradoras junto al llanto de un menor de 10 años al que le asesinaron su padre la noche del pasado domingo.
La víctima es Carlos Alberto López, de 33 años, de oficio policía preventivo, ultimado de forma violenta en la colonia Iberia de Comayagüela.
El ahora occiso residía en la colonia San Francisco, al noroeste de la capital, desde donde fue raptado el mismo domingo a las 6:30 de la tarde.
Familiares contaron que varios hombres con armas largas llegaron hasta la casa de habitación de este y se introdujeron sin que el agente pudiera reaccionar con su arma de reglamento.
Posteriormente los encapuchados lo esposaron con las manos hacia atrás y lo sacaron ante la presencia de su tres hijastros y su suegra. Luego fue obligado a subir a un vehículo que salió en veloz carrera de la zona.
Carrera Policial
El uniformado formó parte de la Policía Nacional desde el año 2006.
Inició su carrera policial en la Unidad de Homicidios de la antigua Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y desde marzo de 2015 pasó a la Policía Preventiva.
Estaba asignado a la estación policial de la colonia San Francisco y en las últimas semanas había participado en la detención de miembros de pandillas
