TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En medio del llanto y el dolor por el crimen contra un padre y un hijo, fueron entregados los cuerpos a sus familiares, quienes lloraban desconsoladamente a las afueras de la morgue del Ministerio Público en la capital de Honduras.
”Papá (...) mi niño”, exclamaba una joven en el momento que los féretros ingresaban al vehículo de la funeraria donde serán velados.
Sin poder sostenerse de la impotencia y el dolor, la joven gritaba desconsolada ante el violento hecho criminal que le arrebató a su esposo y a su hijo.
Los cadáveres de Abelardo Menocal (padre) y José Abelardo Menocal (hijo), serán llevados hacia La Unión, en el departamento de Olancho, donde descansarán sus restos.
Según relataron familiares, las víctimas se dirigían hacia un cumpleaños cuando fueron atacados a disparos.
En el lugar expiró al instante Abelardo Menocal, mientras que su hijo, gravemente herido, fue trasladado a un centro asistencial donde minutos después falleció.