Alcaldía dice que sí multa, pero la capital sigue sucia

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un ejército de 600 personas miembros de varias instituciones se adentraron durante dos semanas en la populosa colonia Kennedy para enfrentar “la guerra contra la basura” y remover más de 200 toneladas de desechos.

Sin embargo, pese al esfuerzo en muchas zonas de ese lugar, sigue la contaminación por ausencia de multas.

Tras un arduo trabajo, más de 200 toneladas de desperdicios fueron retiradas, la gente quedó satisfecha y los espacios limpios, obstante la buena acción es opacada por los malos vecinos que ignoran la frecuencia de recolección ya establecida por la Gerencia de Aseo Municipal.

En el marco de la “guerra contra la basura” los operativos de limpieza se han replicado en la colonia Hato de Enmedio, donde se removieron más de nueve toneladas, mientras que en los mercados capitalinos retiraron 270 toneladas y en la ribera del río Choluteca unas 45 toneladas.

No obstante, pese a la masiva recolección, ¿por qué las personas siguen contaminado? Para buscar una respuesta EL HERALDO conversó con Omar Chandias, miembro de la Gerencia de Aseo, quien mencionó que el irrespeto al medio ambiente solo surge de una minoría de capitalinos.

“Por ejemplo, en la colonia Kennedy el horario es diurno los días lunes, miércoles y viernes, pero hay personas que pagan a otras para que se lleven la basura, quizás los carretilleros en su intento por generar ingresos desconocen los días de recolección”, estimó.

Para el entrevistado, una alternativa podría ser intentar dialogar con los carretilleros para que saquen la basura en los días asignados y en los que no pasará el tren de aseo podrían realizar su trabajo en otras colonias con diferente horario.

Más allá de la Kennedy, el problema de irrespeto al horario de recolección es evidente en unos 200 puntos críticos que ya han sido señalizados por la comuna con rótulos que advierten multas de cinco mil lempiras y supuestos monitoreos de 24 horas los siete días de la semana.

Sin embargo, en muchas ocasiones, los rótulos solo cumplen una función ornamental. Pese a eso la comuna adelantó que pronto instalarán otras 200 en puntos ya identificados.

Entre las acciones que la comuna realiza sin parar está la socialización de los horarios de recolección en el casco urbano donde hay una cobertura de un 100%. Según Chandias, en promedio una jornada de socialización dura hasta una semana por cada colonia visitada.

En la zona un equipo de la alcaldía explica a los habitantes los horarios de recolección de basura, es decir los días en que puede esperar el tren de aseo o depositar los desechos en los contenedores establecidos.

De los contenedores y la apuesta de retirarlos, al apostarle a la educación del ciudadano, el entrevistado argumentó que en muchas zonas los contenedores generan más problemas que soluciones.

Señaló que se convierten en focos de contaminación porque son atiborrados de desechos y también son frecuentados por personas que “arman covachas” y que incomodan a los vecinos de las zonas.

Alejandra Jiménez, jefa de Operaciones de Justicia Municipal, aseguró a EL HERALDO que las multas sí se aplican a las personas que se encuentran violentando el medio ambiente y el Plan de Arbitrios.

Detalló que cuando se encuentran en flagrancia, las personas son citadas. Si el contaminador se conduce en un vehículo la unidad es decomisada y la persona referida a la Justicia Municipal.

“Los vecinos pueden ayudar a identificar con fotografías y videos cuando interponen la denuncia, con evidencia llegamos hasta las casas a entregar los citatorios. Es una hoja donde se adjuntan los datos de la persona y el motivo de la citación, la denuncia puede ser anónima”, detalló Jiménez.

De acuerdo con el Plan de Arbitrios vigente, las sanciones monetarias por atropellar el artículo 51 varían entre 500, 1,000, 2,000 y 5,000 lempiras (botar desechos de construcción, basura, animales muertos etc., en la vía pública).

Para Manuela Rubio, presidenta del patronato de la colonia Kennedy, es necesario que la Alcaldía Municipal comience “a educar” con verdaderas sanciones, que los amonestados paguen, cuenten el motivo de la multa y sean un ejemplo para otros.

“No son todos los habitantes de la colonia, pero por uno pagamos todos. Una alternativa es que manden policías municipales de civil, que estén incognitos y que cuando vean a alguien tirando basura apliquen las multas”, sugirió.

Entre su malestar expuso que no se puede culpar a los carretilleros, porque al final, ellos son contratados por los mismos habitantes, por lo que reiteró mano dura para los que irrespetan el medio ambiente.

“Aquí estuvieron dos semanas limpiando la colonia, las personas ni agua para tomar les dieron, tenemos que ser más agradecidos y cuidar nuestra colonia”, concluyó.

Hay que destacar que cifras analizadas por EL HERALDO indican que en la capital se producen cada día un promedio de 700 toneladas de desechos.