TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La instalación y uso de un botón de pánico que alerte la comisión de ilícitos dentro de las unidades de transporte público en la capital, ya es una realidad.
Luego de un año de trabajo mancomunado entre transportistas y autoridades de Seguridad, el Sistema Nacional de Emergencias 911 dio por fin vida al plan.
La intención del proyecto piloto es contrarrestar la criminalidad que pone en riesgo la vida de conductores y usuarios del transporte público en el Distrito Central (DC).
Propuesta
En exclusiva, EL HERALDO tuvo acceso al proyecto y conoció cómo funciona el moderno sistema de monitoreo que comenzó a inicios de febrero de 2020.
A través de un simulacro se observó cómo un conductor activó la alarma ubicada dentro de su bus y de inmediato toda la información de la unidad apareció en las pantallas.
En la demostración se evidenció que gracias a las 1,300 cámaras de alta definición, diseminadas en puntos estratégicos de las ciudades gemelas, se enlazó de inmediato con el autobús que disparó la alerta.
Después de conocer los detalles, Juan Carlos Degrandez, subdirector nacional del 911, explicó a este rotativo que así como la criminalidad evoluciona, las medidas para combatirla también deben hacerlo.
“Entramos como institución, primero en la parte operativa, es decir cómo podía funcionar, después aportamos la parte tecnológica, nuestro equipo desarrolló la plataforma que recibe la alerta directa en el centro de operaciones”, detalló.
Según el entrevistado, después de constatar la amenaza tanto la Fuerza Nacional de Seguridad de Transporte Urbano (FNSTU), como la Policía Nacional, Militar y demás entes aglutinados en la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), están listos para responder y atender la alerta.
En su fase inicial más de 100 autobuses que cubren distintas rutas en el Distrito Central ya cuentan dentro de sus unidades con el interruptor con el que pueden pedir auxilio cuando están en peligro de asalto.
Según el funcionario, en la base de monitoreo de la institución, hay personal permanente que vigila el recorrido de las unidades que ya cuentan con la tecnología, que por el momento es financiada por los transportistas.
Unión
Para tener una mayor efectividad es necesario que los transportistas decidan invertir en este proyecto y que continúe el proceso de certificación de conductores para lograr sacar a los antisociales que están infiltrados en el rubro.
A criterio de Degrandez, la integración ha permitido resultados que en muchas ocasiones prefieren no mediatizar para no tener efectos contraproducentes que alerten a los criminales.
“No se puede quitar el mérito, muchos están involucrados, esta tecnología tiene la capacidad de rastrear la unidad en tiempo real y así dar indicaciones precisas a las autoridades”.
Sobre el tema, el empresario del transporte Jorge Lanza expresó que la meta es instalar el sistema en al menos 1,500 unidades.
“Además de la seguridad de monitoreo y reacción, también buscamos implementar el pago electrónico”, anunció.
En los cálculos del transportista, para obtener unidades nuevas y equipadas con toda la tecnología se necesita una inversión de unos 750 millones de lempiras.
Por su parte el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre ya anunció que hay un fondo de 35 millones de lempiras para renovar las unidades de transporte en el Distrito Central.