TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Son más de 12 horas las que pasan en un asiento y maniobrando el timón de un bus, y en una ajetreada ciudad los conductores del transporte de personas buscan la forma de mantenerse despiertos.
Pero más que descansar bien o tomar bebidas energizantes, muchos de los trabajadores del volante optan por el consumo de sustancias ilícitas, lo que legalmente los inhabilita para operar un medio de transporte de personas.
Para sacar de circulación a los irresponsables conductores que consumen algún tipo de estupefaciente mientras trabajan, las autoridades del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa) y la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), realizan operativos de detección de consumo de drogas.
“Los procesos de modernización del transporte público también incluyen de manera indispensable la certificación de los conductores. Acá es donde está la aplicación de las pruebas toxicológicas, mediante el convenio que tenemos con el Ihadfa y otros que lo hacen en clínicas privadas”, expresó Rafael Barahona, comisionado presidente del IHTT.
Estas pruebas que detectan el consumo de drogas se aplican cuando un conductor realiza el proceso de certificación y en operativos que de manera sorpresiva realizan las autoridades.
El IHTT reveló que se han aplicado más de mil pruebas, las cuales detectan 13 drogas a los conductores de buses urbanos de la capital, de las que se tiene un 24% de positividad.
“Con estas pruebas que aplica el Ihadfa en el acto se determina si el operario anda conduciendo bajo los efectos de alguna droga o el alcohol. En una ruta de Tegucigalpa hubo una positividad del 32% y en otra que salió baja hubo un 14%”, dijo Barahona.
Entre las drogas que mayor consumo se detectó en los conductores está la cocaína y la marihuana, y en menor cantidad el crack.
Sanciones
Al ser operativos en conjunto, la DNVT aplica las sanciones según la Ley de Tránsito, por su parte, el IHTT aplica una multa de 2,000 lempiras la primera vez; por reincidir son 2,500 lempiras y por una tercera vez llega hasta los 3,500 lempiras, además del decomiso de la unidad por un tiempo prudencial.
“Las sanciones son para los dueños de las unidades de transporte, ya que cada concesionario es responsable de poner al volante de esa unidad a una persona que actúe con un grado de responsabilidad”, explicó Barahona.
Las autoridades del IHTT anunciaron que desde febrero se intensificarán estos operativos con el fin de aplicar la mayor cantidad de pruebas a los operarios del transporte.
El objetivo de estas acciones es evitar los accidentes viales y la muerte de usuarios y los mismos conductores.
EL HERALDO conoció que, al ser un trabajo de mucho peligro por la extorsión, son muy pocas las personas que se atreven a laborar en el rubro.
Por lo que en la actualidad son muchos los jóvenes, algunos sin licencia, que optan por ser un trabajador del volante.
En muchos casos los dueños de las unidades desconocen por completo quién es la persona que está operando su unidad.
El único requisito que solicitan a las personas es que pueda conducir el vehículo, ya que no existe ningún filtro por parte de la mayoría de los dueños de las unidades.
Ante esta situación y la inseguridad que vive el rubro, los dirigentes del transporte están solicitando que se brinde mayor seguridad en el servicio.
En este año se podría exigir que todos los conductores estén certificados de manera obligatoria y que sea un documento más que deberán presentar a las autoridades cuando se hagan operativos.
Protocolo de reinserción
Más que sacar de circulación a los conductores que dan positivo por el consumo de alguna droga, las autoridades del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), junto a la Secretaría de Seguridad y el Ihadfa trabajan en un protocolo para reinsertar a los operarios.
Con esto se busca darle seguimiento al tema de las adicciones mediante un proceso de rehabilitación, para limpiar el cuerpo y la mente de los conductores.
Una vez que hayan pasado el proceso, estos podrán regresar a conducir una unidad de transporte de personas. Todavía se trabaja para finalizar este protocolo, que se podrá implementar en los próximos meses.
Esto tiene como objetivo que los conductores del transporte de personas estén lo más aptos posibles para operar una unidad, y no poner en riesgo la vida de los usuarios y demás conductores.
