Tegucigalpa, Honduras.- Cementerio General capitalino ha implementado varios requisitos para ingresar a sus instalaciones. Entre ellos, solo pueden entrar quienes tengan familiares enterrados en el camposanto.
Esta medida se tomó debido al uso indebido del cementerio como vía de tránsito por parte de personas ajenas, informó el administrador Edras Izaguirre.
Para quienes deseen visitar el lugar con fines culturales o históricos, el procedimiento incluye dejar una identificación en la administración.
Los visitantes deben registrar su hora de entrada y salida en un libro de control y reciben un carnet temporal que deben portar durante su recorrido. Este carnet les permite transitar por el cementerio y presentarlo a los guardias si es solicitado.
El administrador explicó que, en caso de que alguien ingrese de manera ilegal, sin realizar los trámites administrativos, será retenido y deberá realizar labores comunitarias dentro del cementerio.
Estas tareas incluyen limpiar callejones o chapear por un periodo de cuatro horas, como medida correctiva.
La implementación de estas normativas busca llevar un control estricto sobre las personas que ingresan al camposanto y prevenir actividades ilícitas dentro del lugar.
Según Izaguirre, estas medidas comenzaron hace seis meses, luego de que la administración detectara problemas de delincuencia, incluyendo actos de vandalismo y robos.
Además, se ha establecido que los familiares de los fallecidos deben realizar un aporte significativo para el mantenimiento del cementerio.
Estas contribuciones, como donaciones de serpentinas , se están utilizando actualmente para construir muros que refuercen la seguridad perimetral del camposanto.
“Estos muros servirán para evitar que personas ingresen, consumir drogas o profanen las tumbas”, señaló Izaguirre.
Los robos de cruces y otros actos de vandalismo han sido un problema recurrente que estas medidas pretenden erradicar.
Izaguirre destacó que algunos visitantes han mostrado resistencia a los nuevos procedimientos.
Sin embargo, recordó que el artículo 35 del Plan de Arbitrios obliga a los familiares a dar mantenimiento a las tumbas, lo que incluye contribuir al cuidado general del cementerio.
Con estas acciones, la administración busca proteger tanto la integridad del lugar como el patrimonio histórico que representa.
El Cementerio General no solo es un sitio de descanso para los difuntos, sino también un espacio con un valioso legado cultural e histórico que debe ser preservado.