Tegucigalpa

Dolor y solidaridad en velatorio de joven

Docentes y compañeros recaudaron 11,000 lempiras para costear el terreno donde descansará Skarleth Fabiola Ilías.

21.09.2013

Habrán unas risas que nunca volverá a escuchar doña Paola Salgado de parte de uno de sus vástagos.

Dentro del rebaño de la iglesia Ejército de Dios habrá una tierna oveja que ya no podrá elevar plegarias a su Divino Creador.

Una silla ha quedado para siempre vacía en el aula del segundo de bachillerato de computación en el Instituto José Pineda Gómez, en la colonia La Joya.

La maestra Rosa María Villarreal jamás volverá a revisar los exámenes de una de las alumnas más destacadas y colaboradoras de su clase.

Y para el próximo 14 de enero un mortífero silencio seguramente sepultará la felicidad que hubiera traído celebrar las 18 primaveras de una hija, hermana y amiga predilecta.

Un notable luto embarga a todas las personas que conocieron a la joven Skarleth Fabiola Ilías Salgado (17), quien falleció el pasado jueves a causa de los torrenciales en la capital.

Así fue el triste ambiente que se palpó durante su velorio en la humilde vivienda de su familia en la colonia La Era.

Solidaridad

Un recinto pequeño, bajo un techo de láminas y unas rosas artificiales sobre un féretro sencillo componían la sala fúnebre donde velaban su cuerpo.

Una tenue luz amarilla de un bombillo gastado lograba alumbrar el cuadro que obtuvo con sacrificio al egresar de noveno grado y que colgaba arriba del ataúd.

En tanto, los familiares y amigos se sumergían en un dolor silencioso, no se diga del sentimiento de su abnegada madre doña Paola.

“¡Te amo hija!”, son las únicas palabras que pudo expresar la dolida señora al recordar a su luchadora princesa.

Según versión de testigos, la joven Ilías salió temprano de su centro educativo, pues se habían suspendido las clases por las fuertes precipitaciones.

Sin embargo, al intentar cruzar la calle de residencial Plaza por donde corrían las aguas bravías, fue arrastrada por la corriente y sufrió impactos que le causaron la muerte.

Pero en medio del luto y el dolor, un gesto de solidaridad afloró para darle cristiana sepultura.

Su familia no podía costear la compra del terreno en un cementerio, por lo que el cuerpo docente del instituto realizó una colecta para ajustar los 11,000 lempiras necesarios.

“Hasta que sucedió la tragedia y visitamos su familia, nos dimos cuenta de la pobreza y decidimos contribuir maestros y alumnos”, señaló la docente María Villarreal.

Gracias a la contribución de los colegios magisteriales se logró el cometido, informaron, y la sepultura se realizará hoy a las 10:00 AM en el cementerio Amor Eterno de la colonia La Era.

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