Tegucigalpa, Honduras
La escasez de agua a veces deja a cuentagotas las mangueras y los hidrantes usados para el combate contra los incendios forestales.
Los chorros de agua que disparan las unidades bomberiles en medio de las llamas se han reducido a escenas de película, ya que ahora se apuesta por un uso racional del líquido hasta en los siniestros.
Así lo han revelado miembros del Cuerpo de Bomberos, quienes describieron el contexto al que se han visto reducidos en vista de la carencia del preciado líquido en la capital.
“En temporada de verano siempre se da el problema por los racionamientos y la escasez de agua de la capital”, confirmó Nelson Barahona, oficial del servicio de Bomberos.
De esta forma, los cuerpos de emergencia deben manejar de forma inteligente el combate al fuego en una temporada donde se reportan hasta cuatro incendios diarios.
Uso del agua
Las unidades de Bomberos se abastecen de los hidrantes y de los centros del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).
Sin embargo, la época de verano y los racionamientos han reducido la oferta de hidrantes cargados a solamente ocho en función durante el día, explicó.
En ese sentido, los efectivos tienen la precaución de mantener las unidades contra incendios cargadas, pero la medida resulta insuficiente al hablar de incendios forestales.
Veamos las razones: según estimaciones, en un siniestro de leve impacto se requiere un promedio de tres mil galones de líquido, mientras que en un incendio de grandes dimensiones se emplean entre nueve mil a 12 mil galones de agua, precisó el oficial bomberil.
Cabe apuntar que 12 mil galones -el promedio usado en incendios fuertes- equivalen a 45 metros cúbicos de agua.
Para tener una idea del impacto, valore que un metro cúbico de líquido representa una pila de casa con un metro de ancho, uno de alto y uno de profundidad. ¡45 pilas para apagar un incendio forestal!
Para hacerle frente a las llamas, además del recurso humano y las herramientas, Bomberos disponen especialmente de nueve unidades con una capacidad de mil galones; y nueve de 3,200 galones.
En ese sentido, aún con la movilización de una unidad de mayor dimensión (3,200 galones), resulta insuficiente apagar las llamas en casos fuertes, donde se requieren al menos nueve mil galones.
Esta cantidad obliga a los efectivos a regresar a la ciudad y recargar los tanques, aunque deben localizar los hidrantes funcionales.
“En ocasiones nos ha tocado que desde la estación de Santa Lucía vienen hasta la Mayangle”, ejemplificó Barahona.
Para rematar, las unidades de mayor capacidad no suelen ingresar al corredor boscoso en llamas, debido al difícil acceso, por lo se utilizan los tanques pequeños. Más trabajo.
De esta forma, los matafuegos, azadones y rastrillos entran en juego como herramientas alternativas para frenar el ascenso de las llamas en el bosque.
En el Distrito Central se han reportado 111 incendios forestales que han consumido unas 2,120 hectáreas de bosque, según cifras del Instituto de Conservación Forestal (ICF).
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Costos y detenidos
Los altos costos por el combate a incendios dentro de terrenos privados serán traslados a sus respectivos propietarios.
Así lo informó ayer el Comité Nacional para la Protección Forestal (Conaprofor) al revelar que el 70 por ciento de los incendios ocurre en áreas privadas, por lo que se aprobó la medida de transferir los gastos.
La información fue revelada durante una conferencia de prensa por parte de representantes de las 19 instituciones que conforman Conaprofor.
En el evento se informó sobre los logros relacionados con la prevención, control y combate de los incendios forestales.
“A nivel del Distrito Central se han reforzado los patrullajes terrestres y nos hemos distribuido por cada institución las principales salidas de la capital, pues se hacen patrullajes dos veces al día”, aseguró Misael León, director del ICF.
También se hacen sobrevuelos para saber qué incendios son los que están activos y si están siendo combatidos, prosiguió.
Según el informe de incendios forestales, presentado ayer, hay un 63 por ciento menos de área quemada con respecto al promedio de años anteriores. “Eso significa que se ha evitado la quema de más de 32 mil hectáreas en lo que va del año con respecto al promedio de años anteriores”, explicó.
Producto de las actuaciones que realizan las instituciones se ha detenido a 14 personas por la comisión de delitos ambientales.