Tegucigalpa

Escolares marcan su huella ecológica

Los niños han demostrado que estamos a tiempo de construir una ciudad verde.

19.09.2013

Han pasado seis semanas desde el punto de partida de la primera gran apuesta ambiental en la que se embarca un medio de comunicación: el proyecto piloto Escuelas Amigables con el Ambiente, impulsado por el equipo de EL HERALDO.

Una cruzada que ha logrado empoderar a 4,000 estudiantes de cinco centros educativos en un compromiso ecológico por reciclar todos los residuos que se producen en sus escuelas.

Hoy los alumnos de las escuelas Itzamná, Jorge J. Larach, Uruguay, Dionisio de Herrera y Cerro Grande II reconocen a la perfección los colores rojo, amarillo, verde y azul como los tonos del reciclaje.

En sus corazones vibra una vena ecológica que les ha hecho llevar sus conocimientos de gestión ambiental escolar al hogar, a la comunidad y todos los lugares donde se desenvuelven.

La primera pieza que logró empujarlos a dar el salto de realizar ferias ambientales anuales, a vivir el día a día separando los residuos que se pueden reutilizar, inició con una capacitación.

Las charlas impartidas por los técnicos Ambientales de la Dirección de Gestión Ambiental (DGA) y las expertas de la Asociación Arca de Esperanzas grabaron en los niños el valor de las tres “R”; Reducir, Reutilizar y Reciclar.

Palabras que son los pilares del proyecto y el lema que motiva a los infantes a dejar su huella en el rescate del ambiente.

Después de cimentar los fundamentos del ecologismo, los 30 integrantes de los clubes ecológicos de las escuelas emprendieron una semana de charlas aula por aula, y hasta en actos cívicos, para realizar un efecto multiplicador en toda la comunidad estudiantil.

Ardua Labor

Los primeros frutos del esfuerzo de los niños se palpan en las jornadas de recolección que cada semana genera un nuevo líder por la producción y venta de material reciclable y papel.

La competencia por alcanzar los primeros lugares ha generado un lazo de hermandad entre todos los niños de las escuelas participantes.

“Una de las mayores satisfacciones que hemos podido observar como maestros es el principio de solidaridad que los niños han adoptado en apoyo a los miembros del club ecológico de la escuela”, confirmó Irma López, directora de la escuela Cerro Grande II.

Para los niños el proyecto es una ventana al conocimiento sobre la responsabilidad de cuidar el planeta y el valor del trabajo y la solidaridad.

“Sabemos que no solo estamos dejando más limpia la ciudad, sino que vamos a cambiar la vida de los niños de Arca de Esperanzas y mejorar nuestra ciudad”, expresó Cristhian Rodríguez, líder de la escuela Uruguay.

Otro de los frutos de nuestros embajadores del medio ambiente es la elaboración de abono orgánico con el que esperan recuperar las áreas verdes de sus escuelas.

Gracias al apoyo y compromiso de nuestros patrocinadores: Larach & Cía, Supermercados Paiz, Oceano, Hotel Honduras Maya y Coacehl, los niños se preparan para en el gran Congreso Infantil de octubre, donde demostrarán que un esfuerzo por cambiar la cultura ambiental de una escuela puede ofrecer al país toda una generación de protectores del medio ambiente.

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