Tegucigalpa, Honduras
Ellas son el canto de la fuerza, son las personas capaces de transformar el amor en vida y de sanar heridas con dulces caricias.
Se trata de las madres hondureñas, que mañana celebrarán el día que el calendario cívico marca para rendirle honores.
Cada segundo domingo de mayo se conmemora el Día de la Madre, esta fecha es celebrada a nivel nacional, pero en la capital el ambiente festivo se experimenta desde dos días de anticipación.
La fecha en honor a las reinas del hogar fue establecida en enero de 1927 mediante decreto número 32 del Congreso Nacional de Honduras.
Más de nueve décadas han transcurrido desde esa fecha y la festividad se vive siempre con la misma euforia en la capital. Flores, pasteles, elegantes vestimentas y cautivadoras fragancias se convierten en los presentes principales de los hijos hacia sus madres.
También los restaurantes permanecen repletos de vástagos acompañados de sus madres, de manera que la expectativa que tienen los comerciantes es que las ventas aumenten en un 20 por ciento. Este incremento se pretende apreciar a partir de hoy y mañana.
Jefas de hogar
Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se estima que más de 108 mil hogares del Distrito Central son liderados por mujeres, es decir aquellas féminas que salen cada día a trabajar para obtener el sustento diario para sus familias.
El ingreso promedio de las madres que trabajan en el Distrito Central alcanza los ocho mil lempiras.
Más del 60 por ciento de las mujeres jefes de hogar captan sus ingresos en el sector de servicios profesionales y una mínima cantidad lo hacen de manera independiente, por ejemplo a través de ventas de bisutería.
La edad promedio de las líderes de hogar en el Distrito Central es de 53 años, y a nivel nacional es de 51 años.
Preparativos
Según la Encuesta de Hogares del INE de 2016, 369,869 capitalinos ya no tienen a su madre con vida.
Es por ello que los camposantos se observan abarrotados de flores y de hijos que acuden a recordar la memoria de sus progenitoras para esta fecha.
Mientras que en los centros educativos, los estudiantes, antes de que culminara la semana, se encargaron de ofrecer obsequios a sus mamás. “Mamá, te quiero porque me cuidas y porque me amas. Eres muy buena. Mi madre se llama Karla Merlo”, fue el mensaje que Emmanuel Merlo de ocho años le envía a su madre. Mamá, una palabra sencilla, clara y universal. ¡Felicidades!