TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La constancia, dedicación y disciplina son pilares fundamentales para que las personas no videntes alcancen su independencia.
Así lo refleja un proyecto que idealizaron hace más de 30 años, pero que hasta hace tres semanas lograron materializar. Se trata de la primera fábrica de bastones en el departamento de Francisco Morazán, siendo el Distrito Central la sede de sus instalaciones y la Unión Nacional de Ciegos Hondureños (Uncih).
Uno de los objetivos de la iniciativa es ayudar a las personas ciegas a que adquieran un bastón de buena calidad pero a un precio accesible, tomando en cuenta que estos no se fabrican en el territorio nacional y comprarlo en el extranjero podría costar hasta más de mil lempiras por unidad.
Julio César Medina, representante de la Uncih y uno de los cuatro encargados de fabricar los bastones, explicó a EL HERALDO que materiales como varilla de aluminio, elástico —también llamado cordel— y teflón son básicos para la elaboración de los bastones.
Asimismo, utilizan máquinas constituidas por una prensadora y un torno donde se corta, ensambla y pule cada compañero de camino. Toda la materia prima viene desde El Salvador, país donde los representantes de la Uncih recibieron una capacitación para la elaboración de los indispensables objetos.
“Lo importante es resaltar que nosotros mismos realizamos los bastones. Cuando se quiere, se puede”, dijo Medina. Que la fábrica de bastones fuera una realidad en la capital fue gracias al apoyo de la Asociación Danesa de Personas con Discapacidad, quienes inyectaron fondos para las capacitaciones, materia prima y la maquinaria.
Maycol Guerrero, representante de la organización, dijo que el apoyo se hizo pensando en la generación de nuevas fuentes de fondos propios. De su lado, el Servicio Nacional de Emprendimiento y Pequeños Negocios (Senprende) les apoyará en asistencia técnica para desarrollar sus ideas de negocios y no dejar caer la iniciativa.
Desde 350 hasta 500 lempiras será el costo de cada bastón. Su elaboración requiere de dos horas por cada unidad.
Se caracterizan porque dos de los cuatro encargados de fabricar los bastones padecen de baja visión, es decir que la ceguera es parcial.
Las personas y/o instituciones que deseen apoyar el proyecto pueden hacerlo llamando al número de teléfono 2246-2468.
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Las opiniones
Fernanda Urraco, capitalina
“Es muy innovador lo que realizan estas personas porque pese a su discapacidad visual tienen la habilidad para hacer con sus propias manos algo cuyo uso es necesario para ellos mismos”.
Santos Espinal, fundador de la Uncih
“Los bastones son una herramienta vital para la independencia de las personas ciegas y el tema de hacer una fábrica surge porque en el país no existe alguna que los distribuya a precio módico”.
