Desde pequeño soñó con rescatar y salvar vidas. A los 14 años ya era un socorrista voluntario.
Se enlistó en la Cruz Roja Hondureña y desde aquel momento han transcurrido 40 años.
Así, entre el s ervicio comunitario, ha transcurrido la vida de Nelson Gustavo Salmerón, de 54 años, un socorrista que ha servido a decenas de capitalinos con su noble labor de voluntariado.
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El rescatista reside en la colonia Flor número dos, comunidad que lo adoptó hace más de 17 años.
“Recuerdo que cuando estaba pequeño vivía con mi madre en una vivienda, cerca del puente Estocolmo, próximo a las instalaciones de la Cruz Roja”, dijo Salmerón.
Las sirenas de las ambulancias y las actividades que realizaban los voluntarios fueron ilusiones que crecían en aquel niño y a la vez fueron las motivaciones para cumplir su anhelado sueño.
“Mi mamá me dijo: si tenés confianza, fe y estudiás, podrás algún día unirte al equipo de socorristas de esa noble institución. Al paso del tiempo me sometí a un curso con el objetivo de aprender, ahí fue donde comencé a escribir mi historia”, comentó.
Con apenas 12 años, Salmerón se embarcó en la mejor aventura de su vida, sin imaginarse que su vida transcurriría entre las responsabilidades del hogar y el compromiso comunitario.
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Hoy en día se destaca por capacitar a jóvenes y adultos en el curso de primeros auxilios.
Durante sus años de aprendiz aseguró que nunca olvidará el momento en que le tocó atender un parto.
“Esa es una de las experiencias que jamás olvidaré, ya que el hecho se suscitó cuando recién ingresaba al voluntariado”, manifestó el entregado socorrista.
También aseguró sentirse agradecido por la oportunidad que la institución dio a su vida hace más de cuatro décadas.
Asimismo consideró que su familia ha sido una parte fundamental para la realización de su sueño.
