Las emblemáticas alfombras de aserrín que representan los momentos de la Pasión de Cristo adornan este Viernes Santo la capital de Honduras.
Después de varias horas de intenso trabajo, las calles del centro histórico capitalino quedaron tapizadas de multicolores lienzos.
Las imágenes religiosas provocaron que la feligresía católica se reuniera a observar los pintorescos retratos llenos de arte y fe.
Desde tempranas horas de la mañana, las emblemáticas estampas plasmaron un mensaje de esperanza y fe; una invitación para retomar el amor por Jesucristo.
Monumentos, solemnes procesiones, liturgia de la palabra y ritos provocaron que los capitalinos se reencontraran con sus costumbres.
Cada año, la tradición que cobra más auge en la ciudad, une a familias y amigos.
Desde la iglesia San Francisco hasta la parroquia El Calvario, las calles se visten con una intensa gama de colores verdes, azules y naranjas.
Este Viernes Santo, Tegucigalpa representa los pasajes bíblicos de la Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.