TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Antes de iniciar hay dos puntos que requieren su discernimiento: su felicidad depende únicamente de usted —no de las acciones de terceros— y el bienestar y satisfacción son subjetivas, es decir, aquello que la gente declara presenta al menos dos dimensiones.
Sobre el trabajo, por ejemplo, se alternan distintos escenarios. Mientras algunos lo ven como una abominación sin salida, otros lo perciben como el medio ideal para la realización humana. Incluso para otros el rédito económico puede equipararse con la satisfacción y en algunos casos el reconocimiento por su labor les da esa plenitud anhelada.
Desde una perspectiva amplia, el tema de la felicidad en el ámbito laboral ha sido asentado y no solo porque afecta el bienestar de los colaboradores, sino porque también genera efectos positivos en la productividad empresarial. Un estudio de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, reveló que los trabajadores “felices” son hasta un 12% más productivos que los infelices.
Y es que es tan lógico como importante; cuando un trabajador se encuentra altamente implicado, ganan todos: el colaborador, porque logra el bienestar; la empresa, porque el trabajador es más productivo, y la sociedad entera porque sus niveles de bienestar subjetivo y riqueza material mejoran.
Ahora, cuando hablamos de satisfacción profesional, no es la suma de una inversión adecuada y buenos rendimientos, es más que eso.Factores individuales como rasgos de personalidad, nivel de percepción, estresores psicológicos subyacentes e inteligencia emocional influyen en el bienestar general.
Y aquí entra la pregunta necesaria: ¿cómo alcanzar el bienestar en el trabajo?Tenga claro que esto es más que una experiencia subjetiva. No es un subproducto de factores externos como la apreciación o los incentivos; proviene de la forma en que elegimos administrar nuestros pensamientos, acciones y reacciones en el día a día.
En esa línea, una de las claves para el bienestar profesional es la autorrecompensa. No siempre debemos esperar las recompensas de las cabezas de las empresas. Si usted sabe que ha cumplido y puesto lo mejor de sí en una tarea, adelante, dese un incentivo.
Las pequeñas recompensas pueden aumentar el compromiso laboral que está directamente relacionado con la persistencia, energía, entusiasmo y orgullo. Otro punto es la responsabilidad. Tenemos derecho a nosotros mismos antes que nadie.
Un colaborador feliz siempre está dispuesto a hacerse cargo de sus acciones y participar activamente en el desarrollo profesional de sus habilidades. La conciencia cognitiva también figura entre los factores. Significa elegir evitar contemplaciones negativas, los chismes (a menos que sean positivos) y los juicios innecesarios.
Una persona feliz puede mantener su alegría cuando se centra en sus acciones y no deja que las vibras negativas externas afecten sus emociones. Recuerde que la felicidad, ya sea en el trabajo o en la vida, no es un estado ideal de más placeres y menos preocupaciones.
Es una forma de vida que podemos elegir conscientemente por aceptación, comprensión, comunicación y confianza.