TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque el concepto de subordinación predisponga el pensar y actuar de los empleados ante las solicitudes del empleador, la verdad es que establecer límites sigue siendo válido para todos, en cualquier escenario.
En el entorno laboral es común que los colaboradores de menor rango se enfrenten a solicitudes de parte de sus superiores que pueden parecer injustas, innecesarias o poco favorables para sus intereses profesionales. Es aquí donde saber cómo decir “no” de manera adecuada y respetuosa se convierte en una habilidad crucial.
Antes de responder a cualquier petición, es importante que el empleado se tome un momento para evaluar las indicaciones y entender sus implicaciones. ¿Es razonable la solicitud? ¿Es compatible con las responsabilidades y objetivos laborales del empleado? Una comprensión completa de la situación le ayudará a tomar una decisión informada.
Cuando se decida a decir “no”, hay que ser claro y directo en la comunicación. Explicar la negativa de manera concisa y sin ambigüedades determinará en gran medida la actitud y respuesta de la contraparte. Evitar disculpas excesivas o excusas elaboradas puede fortalecer la posición del empleado.
En la medida de lo posible, proporcionar una razón válida para la negativa puede ayudar al superior a comprender la perspectiva del empleado y aceptar su decisión, sobre todo cuando se trata con verdaderos líderes. Sin embargo, es importante evitar entrar en detalles excesivos o justificar la respuesta más allá de lo necesario.
Negociaciones convenientes
Y en lugar de simplemente rechazar la solicitud, el empleado puede ofrecer alternativas o soluciones que puedan satisfacer las necesidades del superior de una manera más aceptable. Esto demuestra el compromiso por encontrar una solución y puede ayudar a mitigar cualquier resentimiento.
Es preciso mantener una actitud profesional y respetuosa en todo momento, incluso al decir “no”. Procure evitar el tono defensivo o confrontacional y busque comunicarse de manera constructiva y colaborativa, sin caer en dimes y diretes de ningún tipo.
Por último, intentar ponerse en el lugar de su superior y comprender sus necesidades y presiones puede ayudar al empleado a abordar la situación desde una perspectiva más empática y a encontrar un terreno común.
Profesionalismo
Es importante reconocer que la negativa del empleado puede no ser recibida favorablemente en todas las situaciones. Aprender a manejar las reacciones emocionales del superior de manera profesional y tranquila es clave.
Mantener la calma y enfocarse en seguir demostrando una comunicación abierta y constructiva es fundamental para no acarrear estragos en la dinámica o convivencia laboral que en un futuro le puedan perjudicar.