TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El motor es para un carro lo que el corazón es para el ser humano. Es decir, el resto de componentes no tienen sentido sin él. Y como cualquier aspecto fundamental para el buen funcionamiento de un todo, hay que enfatizar en cuidados especiales.
Desafortunadamente, una amplia cifra de conductores no toma en consideración que mantener el motor en las mejores condiciones posibles es clave para prolongar la vida útil del carro.
A continuación, algunos consejos que representarán una diferencia.
Primero que todo, se trata del sistema encargado de generar la fuerza que mueve al automóvil, pero es el conductor el responsable y quien tiene acción sobre ella.
Por lo tanto, está en tus manos (y también en tus pies) la protección de este elemento tan delicado y costoso. En este sentido, las acciones e inacciones de tu como conductor son determinantes.
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El no seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo, utilizar el aceite incorrecto, ignorar las luces del tablero y no esperar a que se caliente el motor antes de emprender la marcha son faltas tan graves como comunes.
Este último punto hace referencia a que de forma inofensiva y por desconocimiento, muchos conductores ignoran que cada mañana al encender su vehículo deben dejarlo calentar al menos unos minutos para que todo el aceite circule de manera homogénea, lubricando las paredes interiores de la unidad.
El aceite es descrito como la sangre del vehículo. Revísalo con regularidad, aproximadamente una vez a la semana, y cámbialo cuando alcance el límite según el kilometraje establecido por el fabricante. Si no estás seguro de la cantidad exacta de kilómetros o de qué y cuánto líquido depositar, consulta a un experto.
Otro elemento vital son los fluidos que debe tener el tren de transmisión. El refrigerante, el líquido de la dirección asistida, el líquido de la transmisión, el líquido del limpiaparabrisas, el líquido de frenos y demás, deben revisarse de manera constante y como parte del mantenimiento preventivo del carro.
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Por último, recuerde mantener el sistema de enfriamiento en buen estado; este incluye radiador, termostato, bomba de agua y refrigerante. La forma más fácil de proteger su motor del sobrecalentamiento es asegurándose de tener la cantidad adecuada de refrigerante (líquido del radiador) circulando.
EN CORTO
- Mantener en la medida correcta todos los líquidos, priorizando el aceite, es indispensable para la lubricación y el buen funcionamiento.
- Otra manera de proteger tu auto es limpiar los filtros de aire, comprobar que no haya fugas y mantener el tanque del combustible al menos a la mitad.
