TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En el marco del Día Mundial del Arte se alza una herramienta terapéutica que sana psicológicamente a los infantes a través de expresiones artísticas.
La arteterapia se funde en trazos, colores y formas para fomentar un sendero de sanación y comprensión emocional. En palabras de Anjannette Gavarrete, máster en psicología, esta técnica “ayuda a trabajar emociones, autoestima, autoconcepto, límites, relaciones familiares y amistosas, y la forma en la que los niños resuelven situaciones según sus decisiones”.
En la mayoría de los casos, los niños carecen de palabras o confianza para expresar aquellos sentimientos que experimentan y el arte erigido como un idioma universal, les permite comunicarse de una manera no verbal.
“Al sumergirnos en su mundo creativo, podemos observar las situaciones a través de sus ojos, pensamientos, sentimientos y razonamientos”, explicó la experta.
Más allá de ser un proceso individual, esta poderosa herramienta logra tejer lazos de empatía y comprensión con las demás personas, sobre todo con sus padres. Quienes además tienen la tarea de brindar un acompañamiento activo y positivo a lo largo del tratamiento terapéutico.
Catarsis
Según Gavarrete este puente entre el arte y las emociones puede tener riesgos en el proceso (así como todas las técnicas). “Al explorar emociones difíciles los niños pueden experimentar una activación intensa”, dijo. Lo que conlleva a respuestas imprevistas como ansiedad, tristeza o ira al revivir un trauma que además les puede propiciar problemas de sueño o miedo.
Cambios positivos
El tipo de técnica se determina por la edad y personalidad del paciente. El mundo artístico es tan variado que puede implementar terapias apoyadas de dibujo, pintura o baile.
Relación padre-hijo: al expresar sus emociones de forma asertiva y sana se percibe una mejora en el vínculo familiar.
Estrés y ansiedad: al descargar las emociones a través de esta técnica se logra una reducción de estrés y ansiedad.
Personalidad: se potencia el desarrollo de la personalidad y se hacen conscientes al notar su forma de relacionarse.
La opinión de la experta
“El arte fomenta la creatividad y la imaginación, estimulando su desarrollo cognitivo. Al participar en actividades artísticas, los niños involucran procesos mentales complejos, como toma de decisiones y resolución de problemas. Además, el arte les permite explorar y comprender conceptos abstractos, mejorar la memoria y desarrollar sus habilidades de observación”, señaló Gavarrete.