UTAH, ESTADOS UNIDOS.- La metformina, un medicamento para la diabetes, también podría beneficiar a los pacientes mayores tras una cirugía o enfermedad, sugiere un pequeño estudio.
Los investigadores encontraron que la metformina, un fármaco que ha estado disponible durante más de medio siglo para regular el azúcar en la sangre, podría tener una capacidad distinta: puede dirigirse a las células senescentes que afectan a la función muscular.
Estas células “parecidas a zombis” liberan compuestos vinculados con la inflamación, que pueden endurecer o cicatrizar a los tejidos. La metformina funciona contra estas propiedades senescentes, y también redujo el deterioro muscular en el estudio.
“La metformina quizá pueda tener un nuevo propósito en otras aplicaciones clínicas relacionadas con los músculos, por ejemplo en la recuperación de una cirugía de cadera o rodilla en los individuos mayores, en que hay mucha inflamación y atrofia muscular”, planteó el investigador principal, Jonathan Petrocelli, estudiante de postgrado de fisioterapia y preparación física de la Universidad de Utah, en Salt Lake City.
“Apenas tocamos la superficie de lo que es posible con la metformina”, aseguró. “Este estudio sugiere que todavía queda mucho por entender sobre la recuperación de los periodos de desuso”.
Los investigadores pudieron establecer algunas conexiones nuevas entre la senescencia celular y la fibrosis, o cicatrización, que Petrocelli afirma que plantean muchas nuevas preguntas.
En el estudio, el equipo de Petrocelli reclutó a 20 hombres y mujeres sanos de a partir de 60 años. A lo largo de dos semanas, recibieron metformina o un placebo. Entonces, cada grupo continuó el tratamiento mientras descansaban en cama durante cinco días.
La idea era ver si la metformina podía proteger de la pérdida y la cicatrización musculares que con frecuencia se observan en los adultos mayores que se están recuperando de una lesión o enfermedad. Los investigadores utilizaron IRM para monitorizar la pérdida muscular durante el periodo de inactividad de los participantes.
“Observamos unos efectos protectores contra la pérdida muscular, la fibrosis, los marcadores de inflamación, y pudimos vincular algunos de estos efectos a las propiedades anticelulares de la metformina”, señaló Petrocelli.
Dirigirse a estas células y a sus secreciones con terapias como la metformina podría fomentar una mejor recuperación muscular, planteó.
“Pero se necesita mucha investigación, por ejemplo una exploración sobre el uso de la metformina o terapias con efectos parecidos administradas durante el periodo de recuperación, para ver si la recuperación se puede mejorar o lograr más rápido”, añadió Petrocelli.
La Dra. Irina Dashkova es directora médica asociada de atención geriátrica y paliativa del Centro de Rehabilitación de la Familia Stern de Northwell Health en Manhasset, Nueva York.
Afirmó que los hallazgos son impresionantes... si la metformina de verdad pudiera tener un rol para ralentizar el envejecimiento.
“Pero no se puede iniciar la metformina en el hospital por muchos motivos... solo es para el control del azúcar”, aclaró Dashkova.
La metformina puede afectar a la función renal, y ahora no es posible saber si usar el fármaco para proteger a los músculos podría al final dañar a los riñones, añadió Dashkova.
En este momento, no sería buena idea tomar metformina con la esperanza de proteger la función muscular y ralentizar el envejecimiento, advirtió.
“Tiene efectos secundarios, algunos letales”, aseguró Dashkova, y añadió que se necesita más investigación antes de que la metformina se pueda considerar un medicamento antienvejecimiento.
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